República Argentina: 10:55:23pm

Por Rolando Tobarez / Redacción Jornada publicado por www.diariojornada.com.ar

Cielo tiene 7 años y es autista, Gian Lucas tiene 5 y es electrodependiente, y Alba tiene un año y sólo puede alimentarse con leche medicamentosa. La Cámara Federal de Comodoro recortó sus coberturas médicas y sus padres decidieron acudir ante el máximo tribunal argentino.

Son los hijos de Luciana, de 26 años, y Paul, de 29. La familia es de Río Mayo pero su futuro está muy lejos, en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que decidirá si a los tres menores les corresponde una cobertura sanitaria completa.

Desde 2020 y mientras Paul integró el Ejército Argentino, la pelea judicial para que IOSFA cumpliera con las prestaciones fue permanente. En octubre de 2024 quedó sin trabajo. “Presentamos un amparo ante el Juzgado Federal de Comodoro Rivadavia para que IOSFA sostuviera la cobertura hasta que mi obra social de monotributista aceptara brindar las prestaciones que por ley nos corresponden”, le contó Luciana a Jornada.

El fallo de primera instancia les otorgó sólo prestaciones parciales. Por eso insistieron ante la Cámara Federal de Apelaciones. Con sorpresa para la familia, el juez Javier María Leal de Ibarra achicó todavía más la cobertura para Cielo, Gian Lucas y Alba. Sus padres decidieron escalar con un recurso extraordinario federal hasta la Corte.

“Es injusto. El juez Leal de Ibarra hizo un recorte mucho más severo que en primera instancia y atentó contra derechos fundamentales de mis hijos: el principio de la no regresión en materia de discapacidad, a la salud y la vida digna, a la igualdad y no discriminación y al interés superior del niño”.

“Una cobertura no puede volver atrás con los derechos adquiridos. Es un fallo histórico para mal porque terminó siendo un recorte de derechos. Estamos sorprendidos”.

Según el portal riomayo1935.com.ar, “se suma que la Cámara impuso costas a una familia hipervulnerable, contradiciendo la doctrina más asentada de la Corte Suprema en materia de salud y discapacidad, que prohíbe desalentar la búsqueda de justicia cuando hay derechos fundamentales en juego”.

“Mientras la sentencia recortaba, la vida seguía. Crisis respiratorias, internación domiciliaria, traslados, horas de enfermería, trámites, controles, tareas escolares, leche especial, terapias, insomnio, cansancio, supervivencia. Dos jóvenes sosteniendo el peso total del cuidado mientras exigen, en los tribunales, que se cumpla lo que está escrito en la ley”, describió ese portal.

“Desde Río Mayo es muy difícil llegar a la Corte porque las cosas simples se resuelven antes. Deben ser muy pocos los casos como el nuestro donde la ley no se refleja y se atenta así contra la salud”, graficó Luciana. “Se comprometió la vida y el futuro de tres menores, dos con discapacidad, sin explicación lógica teniendo en cuenta la normativa que los ampara”.

La madre de los chicos atribuyó el declive de la cobertura a “una política nacional de recortes. No se toma dimensión de que una sentencia así, compromete el futuro de nuestros hijos”.

Jornada ubicó a la familia en Capital Federal, donde Gian Lucas debió ser operado gracias a un fallo favorable de su anterior obra social. Río Mayo no tiene los profesionales ni la infraestructura para estos cuadros.

La paradoja es que Luciana y Paul se dedican al asesoramiento familiar sobre discapacidad. “Lo de la Cámara de Apelaciones fue un golpe duro e impactante porque alienta a las obras sociales a seguir haciendo lo que quieren con las familias. Algo no funciona”.

“Tengo formación en discapacidad, entiendo la ley y sus derechos. ¿Cómo les digo después a las familias que asesoro desde nuestra experiencia que lo escrito en la ley no se respeta? No lo termino de procesar y emocionalmente estoy muy dolida. Hay un futuro que hoy no les puedo garantizar a mis hijos con este fallo regresivo”.

Golpear las puertas del máximo tribunal argentino “es un precedente para las familias que no se atreven, que se callan ante un recorte y toman las migajas del Estado, el principal garante de la vida. O me quedo en el molde o salgo a luchar, no tengo más opción”.

Salieron a luchar.