Publicado en www.clarin.com
Después de su encendida intervención en el edificio Libertador, el mandatario entonó su tradicional "Viva la libertad, carajo". Pero después pidió perdón, interrumpió al locutor y cerró con otra arenga.
El Presidente habló en la Cena de Camaradería de las Fuerzas Armadas. "Viva la libertad carajo", dijo. Pero luego interrumpió al locutor para darle otro cierre.
El presidente Javier Milei participó este viernes de la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas. Después de volver a criticar al kirchnerismo y de prometer mejoras salariales y de recursos para el sector, encaró hacia el cierre de su discurso. "Viva la libertad, carajo", exclamó, como es habitual, a modo de moño. Pero hubo una continuación manera inusual, que hasta incluyó hasta un pedido de disculpas al locutor y una nueva arenga.
Fue luego de 10 minutos que duró su discurso que el mandatario agradeció, pidió bendiciones para los argentinos y cerró con su clásico eslogan: "Que las fuerzas del cielo nos acompañen. Viva la libertad carajo", tronó el libertario. Lo hizo una sola vez, a diferencia de otras ocasiones en las que exclamó hasta cuatro veces. Lo correspondieron con un tibio aplauso.
Entonces, tomó la palabra el locutor a cargo del acto, tal como estaba previsto. Agradeció al Presidente y a los presentes, pero fue ahí entonces que Milei se salió del esquema y lo interrumpió para hacer una modificación.
"Perdón, locutor. Este discurso tenía un final distinto", dijo. Un segundo después miró a los integrantes de las fuerzas, respiró hondo y gritó el tradicional: "Viva la Patria". Esta vez, el saludo fue devuelto con un gran "viva", que resonó en el salón, ante la risa de su hermana Karina, quien también dijo presente. En cambio, llamativamente no dijo presente la vicepresidenta, Victoria Villarruel. Desde su entorno aseguran que no le cursaron invitación.
El discurso incluyó críticas al gobierno anterior a quien acusó de ocultar y menospreciar el rol de los militares y prometió "dar vuelta la página" para que tengan "el respeto y el reconocimiento que merecen".
"Durante meses los argentinos pagamos los platos rotos de la fiesta con inflación. Ustedes también fueron víctimas de una estafa cuando les prometieron beneficios futuros incumplibles. Nosotros no vamos a desconocer la deuda histórica con nuestras fuerzas, vamos a recomponer sus salarios una vez que mejoremos la situación", afirmó Milei.
También acusó al kirchnerismo de, a la par de formular promesas, "cajonear" y "pisar" en el Senado los ascensos castrenses. "Pequeñas perlas de la hipocresía argentina", comentó.
Lo acompañó a un costado del escenario el ministro de Defensa, Luis Petri. Abajo, en primera fila, lo aplaudieron su hermana, secretaria general de Presidencia, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.
El discurso se dio en el marco de una nueva conmemoración en memoria del General San Martín, en el Edificio Libertador en ocasión de celebrarse la tradicional entrega de sables y la cena de camaradería de las Fuerzas Armadas.
El 9 de Julio pasado, Milei había encabezado el desfile militar más grande de los últimos 40 años para conmemorar el 208 aniversario de la Independencia.
En una mañana muy fría pero soleada, se vio el despliegue de 7 mil uniformados de las Fuerzas Armadas, 2.400 veteranos de Malvinas, 62 aviones y 384 jinetes que fue mucho mayor que en 2016, cuando Mauricio Macri asistió -tras haber anunciado un faltazo por cansancio- al desfile que culminaba en el campo de polo para celebrar el bicentenario. La última conmemoración había sido en 2019.
