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La inspección, que se dio en los primeros días de junio, alimenta rumores sobre la posibilidad de que la planta vuelva a producir municiones
La visita de una delegación de funcionarios de Defensa de los Estados Unidos a la Fábrica Militar de la ciudad cordobesa de Río Tercero generó nerviosismo en trabajadores y dirigentes políticos. Esto se debe a que la inspección, que se dio en los primeros días de junio, alimenta rumores sobre la posibilidad de que la planta vuelva a producir municiones y proyectiles, aunque ya no necesariamente para las Fuerzas Armadas argentinas.
En junio, la radio FM Sol informó que "una delegación del Departamento de Defensa de EEUU visita las instalaciones de Fábrica Militar Río Tercero" y consignó que los cuatro enviados recorrieron las secciones de Forja, Mecanizado, Vagones y Producción Química.
De acuerdo al sitio Sputnik, los objetivos de la visita no fueron informados oficialmente por las autoridades de la compañía, establecida en 1954 como una empresa estatal para encargarse de la fabricación de armamento militar, artículos de Defensa y otras producciones de petroquímica y metalmecánica.
Cuál es la situación de Fabricaciones Militares de Río Tercero
La empresa -dependiente de Fabricaciones Militares Sociedad del Estado- atravesó varias etapas en las que fue privatizada y re estatizada. Si bien la firma fue excluida de las empresas estatales a privatizar por la ley Bases del Gobierno de Javier Milei, fue alcanzada por el decreto de necesidad y urgencia que transformó a todas las empresas estatales argentinas en sociedades anónimas.
"Al pasar a ser una sociedad anónima, el capital privado puede ingresar comprando acciones", explicó a Sputnik David Salto, trabajador de la planta y dirigente de la filial cordobesa de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
¿Qué buscaría la delegación del Pentágono en Río Tercero?
Para los trabajadores, lo llamativo fue que la delegación estadounidense recorrió específicamente las instalaciones destinadas a la metalmecánica, sección que tradicionalmente estaba dedicada a la fabricación de piezas para la industria bélica, como municiones y partes de proyectiles. "La información que manejamos es que estarían dispuestos a invertir y así quedarse con acciones", indicó Salto al mencionado sitio.
Además, indicó que algunos ex trabajadores de la planta que ya habían estado afectados a la producción de material bélico fueron nuevamente contactados por la empresa, debido a que esa línea de producción se discontinuó a mediados de la década de 1990 luego de las explosiones del 3 de noviembre de 1995.
Las detonaciones dejaron un saldo de siete fallecidos, cientos de heridos y viviendas destrozadas.
En 2014, la Justicia argentina determinó que el incidente fue intencional y se produjo con el objetivo de deshacerse del material bélico para intentar ocultar el contrabando de armas a Ecuador y Croacia durante la gestión del expresidente argentino Carlos Menem (1989-1999).
"No sabemos si la producción bélica va a ser para abastecer al Ejército Argentino o para que se lo lleven las potencias extranjeras y tampoco sabemos cuáles van a ser las condiciones", subrayó el dirigente de ATE al sitio Sputnik.
Pedido de informes
La diputada cordobesa Gabriela Brouwer de Koning, integrante de la Unión Cívica Radical (UCR), logró que se aprobara el envío de un pedido de informes al Ministerio de Defensa acerca de la visita hecha por los estadounidenses a la fábrica.
En la solicitud dirigida al ministro de Defensa argentino, Luis Petri, la legisladora requiere "información precisa y detallada sobre la visita que la delegación del Ministerio de Defensa de EEUU realizó los primeros días del mes de junio de 2024 a la Fábrica Militar Rio Tercero". Además de solicitar "el motivo de la visita" y qué zonas de la planta recorrieron, Brouwer de Koning solicita que se detallen "los cargos y jerarquías" de la delegación norteamericana.