Carta de lectores publicada en www.lanacion.com.ar
Ante las críticas a la actuación de la Justicia Federal en el ámbito de los juicios de lesa humanidad, tuve oportunidad de defender al coronel Carlos Alberto Tragant (desde los 88 años hasta que a los 92 años fue absuelto) en la causa “Videla, Jorge Rafael y otros”, que se inició hacia el año 2005.
El coronel Tragant había sido director del Liceo Militar Gral. Espejo, que, como todos saben, es un colegio secundario. Era acusado de haber secuestrado, con un pelotón de cadetes de entre 13 y 17 años, a los jefes de la organización terrorista chilena MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria, lo que sencillamente era una tontería). Lo mantuvieron en la cárcel por tres años, lo dejaron en libertad un tiempo y lo volvieron a encarcelar durante el juicio oral, hasta la sentencia absolutoria. No hubo forma de hacerles entender a los jueces prevaricadores del TOF 1 que la acusación era falsa y mal intencionada. Luché durante 9 años con el mismo argumento, invocando y probando su inocencia, hasta que el último día le dictaron sentencia absolutoria, que ni siquiera fue apelada por el fiscal doctor Ouviña, que en su acusación había solicitado, junto a las demás organizaciones de supuestos DD.HH., una condena de cadena perpetua. Finalmente, más tarde, el coronel Tragant fue acusado nuevamente por los mismos hechos en la Justicia Federal de Mendoza, siendo defendido por un defensor oficial, y condenado finalmente a cadena perpetua. Por el disgusto que esta maniobra le generó, se murió de un infarto. No lo olvidaré. Será justicia.
José María Soaje Pinto
DNI 7.629.288