Por FP/fl publicado en www.perfil.com
Podría tratarse de una posibilidad para recuperar diferentes capacidades de la Flota de Mar argentina después de que la Armada Italiana decidiera construir nuevos modelos.
Como parte del plan del reequipamiento de las Fuerzas Armadas, el ministro de Defensa, Luis Petri, viajó a Italia para negociar la compra del buque San Giorgio. Se trata de un buque de guerra "de asalto anfibio" que puede transportar tropas de infantería, que cuenta con capacidades que la Flota de Mar de la Armada Argentina no dispone en la práctica.
La fuerza nacional hace décadas que no tiene un navío de este estilo, capaz de llevar a las tropas con todo su material, incluso el más pesado, cualquier lugar y poderlos desembarcar aún sin existir muelle ni puerto practicable para realizar un asalto anfibio, dinamizando elementos aeronavales.
La clase San Giorgio es una serie de tres de la Marina Militare (Armada Italiana) compuesta por las unidades San Giorgio, San Marco y San Giusto; este último con algunas modificaciones del diseño inicial. A estos se les suma el Kalaat Béni Abbès, construido para la Armada de Argelia por la empresa Fincantieri, y una versión actualizada para la de Qatar que se halla en construcción.
Entre sus características, la clase San Giorgio resalta por su desplazamiento de casi ocho mil toneladas, eslora de 133,3 metros y manga de 20,5 metros. Cuenta con sensores SMA SPN-748 (navegación), SMA SPS-702 (superficie-aire) y Selex RTN-10X (dirección de tiro) y su propulsión es de dos motores diésel Fincantieri GMT A 420.12.
Esta nave puede transportar a 350 efectivos de infantería junto 30 vehículos de diverso tipo, como los LVTP, de asalto anfibio. No posee un hangar para aeronaves, pero tiene una cubierta de vuelo para que operen helicópteros ligeros y medianos de varias clases.
La Armada Italiana tiene en agenda dar de baja próximamente al San Giorgio y el San Marcos, las dos unidades más antiguas de la clase, que entraron en alta en 1988, mientras que el San Giusto lo hizo en 1994. Esto se debe a sus planes para modernizar su flota, lo cual fue confirmado junto a los planes de construcción de dos nuevos buques de este tipo.
La situación representa una oportunidad para la Argentina, donde el presidente Javier Milei mantiene una buena relación con su par italiana, Giorgia Meloni. Más allá de esto, la compra de buques de segunda mano permite a los países que no poseen las capacidades económicas recuperar o no perder capacidades para su Fuerzas Armadas.
El ministro de Defensa viajó este lunes hacia Italia y también tiene previsto visitar Bélgica, donde llegará para reforzar la petición del país de ser socio global de la alianza de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte).
Sin comitiva, Petri mantendrá un encuentro bilateral el martes con su par italiano Guido Crosetto. La cooperación entre Argentina e Italia en materia de defensa viene desde 1992, con un acuerdo marco que entró en vigencia en 1997. También existe un convenio firmado en 2016 que establece áreas de cooperación mutua, entre ellas investigación y desarrollo y seguridad común y política de defensa.
La visita del dirigente mendocino a Roma contemplaría una recorrida a la planta de Leonardo, dependiendo de los tiempos para su segunda escala en Bruselas. Con esta fábrica se firmó una carta de intención para la adquisición de 8 helicópteros para la Armada Argentina en 2023, durante la gestión del exministro de Defensa, Jorge Taiana.