La administración de Rolando Figueroa emitió un comunicado tras confirmar la Casa Rosada que analiza una revisión de esa estación que depende de las fuerzas armadas chinas. La provincia es parte firmante del acuerdo que permitió su instalación
El gobierno de Neuquén, que encabeza Rolando “Rolo” Figueroa respaldó hoy la posibilidad de que las autoridades nacionales realicen una inspección en las instalaciones de la base espacial China que depende de las Fuerzas Armadas de ese país, tras la polémica y sospechas sobre la actividad que desarrolla esa estación que en teoría tiene fines científicos y de observación astronómica. “Hay que asegurar la transparencia”, advirtió.
“Con relación a la Estación Espacial ubicada en el paraje Quintuco -en proximidades de Bajada del Agrio- que por estos días es motivo de debates en medios regionales y nacionales, el Gobierno de la Provincia del Neuquén sostiene que es imprescindible garantizar la seguridad jurídica en el cumplimiento de los contratos y acuerdos establecidos. También que debe asegurarse la máxima transparencia en el desarrollo de las actividades que son objeto de dichos acuerdos”, advirtió un comunicado oficial al que accedió Infobae.
La base espacial es una instalación rodeada de un secretismo absoluto y donde las sospechas están vinculadas con la posibilidad de que desde allí se realicen tareas que excedan la cuestión científica y la observación de la Luna y el espacio en general. En concreto, la inquietud está en saber si desde allí se realiza vigilancia militar, espionaje o actividades de ciberdefensa, que están expresamente vedadas en los acuerdos vigentes.
Estas dudas vienen desde el inicio mismo del acuerdo, cuando en el país gobernaba Cristina Kirchner y la provincia de Neuquén era manejada por el régimen del Movimiento Popular Neuquino que controlaba el clan Sapag. De hecho, Jorge Sapag -que gobernó entre 2007 y 2015, pero siguió como el hombre detrás del poder- era el principal defensor no sólo de la instalación y funcionamiento de la base, sino que se mantuviera a rajatablas el hermetismo.
Pero esas sospechas adquirieron una actualidad renovada con la llegada de Javier Milei a la Presidencia de la Nación, que puso en marcha un rápido realineamiento de la Argentina, que implicó tomar distancia de China -país al que criticó por su régimen autocrático comunista- y asumir un alineamiento sin grises con Estados Unidos. Son los dos gigantes que pelean por el liderazgo geopolítico internacional.
La declaración del gobierno de Figueroa, además, ocurrió en momentos en que está en el país la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la general Laura Richardson, quien viene planteando de manera pública los riesgos y amenazas del avance chino sobre la seguridad y la estabilidad de América Latina. Entre los riesgos está que el régimen que conduce Xi Jingpin utiliza los préstamos, el comercio exterior y las inversiones en infraestructura como parte de una ofensiva estratégica para condicionar y controlar gobiernos de economías débiles y dependientes, como es el caso de Argentina.
Horas antes del arribo de Richardson a la Argentina, el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley expuso sin matices esta preocupación de los EEUU por la base ubicada en Neuquén. “Me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”, afirmó. Y agregó: “Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”.
La posición de Neuquén
En este contexto es que se conoce el parte de prensa de Neuquén. El gobierno de Figueroa recordó que esa instalación había sido concebida para conectar con misiones espaciales y resaltó que la Estación es un proyecto de la Agencia Nacional China de Lanzamiento, Seguimiento y Control General de Satélites (CLTC) y la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae), y que “el 22 de diciembre de 2012 se firmó un acuerdo tripartito entre esos organismos y Neuquén”.
Este punto es clave porque Neuquén es parte y porque es dueña del terreno que cedió por 50 años al gobierno de China para esa base que en abril de 2015 inició las tareas de montaje de la antena y comenzó a funcionar en 2017.
“De frente a la sociedad argentina en general y la sociedad neuquina en particular, deberán realizarse -de ser necesarios- todos los controles pertinentes por parte del Gobierno nacional argentino, para asegurar el cumplimiento efectivo de todos aquellos ítems incluidos en los acuerdos y garantizar, al mismo tiempo, que no existan posibilidades de ninguna actividad que no se encuentre debidamente contemplada”, se indicó.
“Desde que asumió, este gobierno tiene un inquebrantable compromiso de transparencia con la sociedad toda y este caso no escapa a esa premisa”, aseguró la secretaria de Planificación y Vinculación Institucional de la Provincia del Neuquén, Leticia Esteves, concluyó con el comunicado.
Por Facundo Chaves
Publicado en www.infobae.com