Javier Milei viajó en la tarde de este jueves a Ushuaia para encontrarse allí con la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la generala Laura Richardson, que se encuentra en una visita de tres días al país.
El encuentro tuvo lugar pasadas las 23 de la noche, tras un largo vuelo en un avión de la fuerza aérea. La generala del Ejército estadounidense los esperaba en la base naval de la ciudad, adonde el ministro de Defensa, Luis Petri, ordenó que flamearan juntas las banderas de Argentina y Estados Unidos.
"Los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos", dijo el Presidente al hablar y tras hacer los saludos de rigor a la generala y su delegación pasadas las doce de la noche desde la base naval. La transmisión a Buenos Aires se entrecortaba y las bandas hicieron sonar los himnos de Argentina, de Estados Unidos y la marcha de Malvinas. Agradeció el importante apoyo que el gobierno de Joe Biden viene dando a su administración y aprovechó para hablar de lo que sonó a necesidad de dineros para inversión.
Sin nombrar a China, habló de la pesca ilegal y de que Occidente estaba en peligro, rechazó el comunismo. Y dijo: "Muchos gobiernos de la Argentina, de distintos signos políticos, en las últimas décadas, se han llenado la boca hablando de soberanía, pero no han hecho nada por ella. No han hecho nada por defender nuestra fronteras territoriales y fluviales del ingreso del narcotráfico. No han hecho nada por investigar el terrorismo islámico que lamentablemente hemos sufrido. Y no han hecho nada por defender la integridad territorial de nuestro Mar Argentino, que año tras año ha sido invadido por pesqueros ilegales y drenando sus recursos ictícolas".
Dijo que buscaba “monitorear los avances en el desarrollo de la Base Naval Integrada” que definió como “un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”, además de ser una obra que “permitirá desarrollar la economía local” y brindar “apoyo logístico real al desarrollo científico de los diversos programas antárticos internacionales”, entre otros beneficios. Terminó de hablar al grito de su clásico "¡Viva la libertad carajo!", y el embajador Marc Stanley no pudo ocultar una risa cómplice.
La sorpresiva decisión del Presidente, que le contó primero el viaje a sus amigos sin que la Casa de Gobierno lo confirmara durante horas, generó intriga total en los medios que siguen estos asuntos. Richardson no es una jefa de Estado, y fue el mandatario quien se movilizó a su encuentro con una importante delegación, siendo que la podría haber recibido el miércoles cuando la uniformada estuvo en la Casa Rosada, o el mismo viernes, antes de que parta rumbo a Guyana.
Pero al final lo que buscó es darle una señal a Estados Unidos. Después de tanto misterio, en su entorno confesaron a Clarín que con el fugaz viaje a la provincia más austral, los hermanos Milei -viajó con Karina, secretaria general de Presidencia- buscan marcar diferencias con el gobernador de Tierra del Fuego.
Gustavo Melella es un aliado al kirchnerismo, que rechazó reunirse con la más alta militar de la flota estadounidense que vela por los intereses geo-estratégicos de su país desde el Caribe hasta el extremo de Sudamérica y que vino por tercera vez a la Argentina para remarcar que Estados Unidos quiere a China afuera de toda influencia en Atlántico Sur.
“No vamos a recibir formalmente, oficialmente y de ninguna manera a la Jefa del Comando Sur de los Estados Unidos porque realizan prácticas militares junto a Gran Bretaña en el Atlántico Sur”, dijo el gobernador Melella durante al acto por el 2 de abril, el martes pasado y frente al Monumento a los Caídos en la guerra por las Malvinas. En la provincia se dijo además que la declaró "persona non grata".
Milei se decidió a compensar el desplante de Melella a la generala del Ejército estadounidense y, por primera vez, optó por hacer el vuelo con la flota presidencial y no comercial -porque no alcazaba a tomarlo-. La aeronave despegó de Aeroparque a las 18.10 y aterrizó con enorme atraso pasadas las 23, ya que debió recargar combustible en Río Gallegos. Viajaron en el Embraer de la Fuerza Aérea ERJ 140 LR T-95 "Vuelo del Pampero".
Por otra parte, la presión de Estados Unidos para que Argentina se desligue de su alianza estratégica integral firmada con China por Cristina Kirchner es fuertísima. La general no desaprovecha oportunidad alguna para despotricar contra la base de exploración del espacio profundo que los chinos levantaron en la provincia de Neuquén y que tiene una autonomía inaudita.
Por otra parte, también busca mostrarle al gobierno de Joe Biden que está agradecido con todos los altos funcionarios que vinieron y vendrán con -entre ellos Antony Blinken, secretario de Estado y el jefe de la CIA, William Burns, luego de que en un viaje a Washington, adonde asistió a una cumbre de líderes conservadores le dijo a Donald Trump que desearía que fuera el próximo presidente de los Estados Unidos. Ello en medio de la campaña electoral del republicano contra el demócrata.
Hay quienes cuentan que Milei está buscando ahora una bilateral con Joe Biden, al menos en la cumbre del G7 que se hará a mediados de año en Italia, y a la que está invitado.
Además del mandatario y la secretaria general de la Presidencia, su hermana Karina Milei, viajaron: Nicolás Posse, jefe de Gabinete; los ministros de Interior, Guillermo Francos, y de Defensa, Luis Petri; con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac y los demás jefes de las Fuerzas Armadas.
El encuentro del Presidente con Richardson esquivó una marcha que había a la tarde de los gremios y grupos kirchneristas como La Cámpora y otros afines a Melella que rechazaban por la tarde las políticas de la administración libertaria.
La generala, que en las reuniones con el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, Petri y otros, el miércoles agradeció los gestos libertarios contrarios a cualquier alianza con China, recorrió el Polo Logístico Antártico que se intenta construir en la ciudad fueguina. También mantiene una fuerte inquietud por ver cuáles son los intereses de la potencia asiática en la provincia.
Y son muchos, aunque no estén avanzados. Empresas chinas, muchas de las cuales también manejan los numerosos barcos de pesca que vienen por temporadas a la zona, quieren invertir en el futuro Polo Logístico Antártico y también intentaron levantar un puerto y una planta de agroquímicos en acuerdo con el gobierno de Melella.
La construcción del Polo Logístico Antártico se inició con fuerza en 2022, pero se paralizó con el cambio de gobierno.
Melella integra la legión de gobernadores patagónicos que se enfrentó a Milei por el controvertido proyecto de reforma de la ley de Pesca que finalmente se abortó. También por la coparticipación.
Por Natasha Niebieskikwiat - Diario Clarín