Con pocas palabras cómo se puede decir tanto. Siempre a los soñadores de un mundo con equidad y belleza se les grita ¡locos!
Pensamiento profundo nos deja en el suplemento Conversaciones de la nacion de ayer Marta Minujín: “Hoy nadie quiere ser Van Gogh. Se hace arte para vender, no por el arte mismo”.
Triste, pero real.
Humildemente, hoy nadie quiere ser San Martín, solo quieren el poder por el poder mismo. No por hacer realidad el sueño de la patria grande.
Capitán de navío (R) Vicente Palumbo
Publicado en La Nación