El jefe del Ejército, teniente general Luis Pozzi y miembros de su estado mayor salvaron providencialmente sus vidas en la noche del miércoles (4 jul 2012) cuando el antiguo avión jet Sabreliner, presumiblemente por una falla de mantenimiento o desgaste de material, no pudo desplegar su tren de aterrizaje y carreteó de panza haciendo una sucesión de giros hasta detenerse a un costado de la pista de la base aérea de El Palomar.
Según lo relata el diario La Nación, basando su información en fuentes aeronáuticas que calificaron –pese a su saldo incruento- de “grave” al episodio, el incidente comenzó cuando la aeronave Sabreliner, matrícula AE175, sobrevolaba la zona de El Palomar en procura de dar por concluido el vuelo desde La Pampa. En ese momento, el piloto de la aviación del Ejército observó que el control en la cabina indicaba una falla. Se detectó que la rueda izquierda no se mantenía fija al activarse el sistema para bajar el tren de aterrizaje.
Ante esa anormalidad, la tripulación decidió realizar vuelos en círculo hasta agotar prácticamente el combustible y realizar un aterrizaje en emergencia.
La maniobra se intentó con el tren de aterrizaje abajo, pero al tocar la pista la rueda izquierda no se mantuvo firme y subió, en consecuencia se desequilibró el avión, que golpeó "de panza" con el suelo. Después de unos trompos quedó en una posición invertida con relación a la dirección de aterrizaje.
En el avión –que de acuerdo a expertos de la fuerza hace ya muchos años que debió haber sido radiado del servicio- viajaban tres tripulantes y seis pasajeros, entre ellos el teniente general Pozzi.