El diario La Nación, en un artículo firmado por su especialista en temas militares y religiosos, Mariano De Vedia, dio cuenta el miércoles (07 ene 2015) de la designación del General de División Gustavo Motta, como nuevo subjefe del Ejército y especula que con esta acción,.el titular de la fuerza, Teniente General César Milani, buscaría cubrir sus espaldas para el caso de que se complique su situación judicial. Motta es un oficial de Inteligencia, como Milani, y tiene 56 años.
El articulo de De Vedia expresa:
Mientras la Justicia analiza en Tucumán el pedido para que sea citado a declarar en un caso de violación de los derechos humanos, el teniente general César Milani cuida sus espaldas en el Ejército. A fines de diciembre nombró subjefe de la fuerza a uno de sus principales lugartenientes, el general Gustavo Motta, que ha hecho su carrera bajo su sombra, en el área de inteligencia, y en su momento fue objetado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
El relevo sorprendió en el ámbito castrense y se interpretó como una decisión de Milani destinada a colocar en la línea de sucesión del Ejército al general de su más estrecha confianza, ante la eventualidad de tener que dar un paso al costado si se complica su situación judicial.
El propio ministro de Defensa, Agustín Rossi, dejó abierta ayer la puerta de un posible desplazamiento del hombre fuerte de la inteligencia militar, al señalar que "si en algún momento se decide tomar una decisión, lo resolverá la Presidenta".
Motta, de 56 años, tenía a su cargo el manejo del presupuesto del Ejército y fue ascendido en los últimos días de diciembre a general de división, a pesar de las dudas planteadas por la UCR en la Comisión de Acuerdos del Senado, a raíz de las impugnaciones que el CELS había presentado en 2010, en ocasión de su promoción anterior a general de brigada.
En ese momento, la organización de derechos humanos objetó que Motta había sido en 1995 instructor de la Escuela de las Américas, el polémico centro de adiestramiento militar de los Estados Unidos que formó camadas de oficiales que tuvieron participación en varias dictaduras de América latina.
El CELS retiró las objeciones a Motta por considerar satisfactorias las explicaciones que dio la entonces ministra de Defensa, Nilda Garré, quien explicó que el militar nunca asumió la función de instructor, ya que a las pocas semanas, en marzo de 1995, fue destinado a participar en misiones de paz en las Naciones Unidas.