República Argentina: 4:57:51pm

En su última entrevista antes del cambio de gobierno, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerzas Armadas opinó sobre el perfil que debe tener un ministro de Defensa y sobres los dichos de Victoria Villarruel sobre los años ‘70

A horas del cambio de gobierno, el Teniente General Juan Martín Paleo, el Jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerzas Armadas, recibió a Infobae en su amplio despacho del piso 12 del Edificio Libertador.

Sentado en un sillón de cuero de tres cuerpos y con un óleo del libertador Don José de San Martín a su espalda, el infante dejó mensajes claros hacia dentro de las fuerzas que comanda, pero también a la clase política.

No evitó responder sobre el nuevo ministro de Defensa; los dichos de la vicepresidente electa Victoria Villarruel sobre los años de plomo; y las decisiones judiciales de no beneficiar con prisiones domiciliarias a los ex represores que tienen más de 70 años o están enfermos.

También habló de los lobbies que existen entre los militares y las empresas y países que quieren hacer negocios equipando a la institución con aviones, submarinos y blindados.

— ¿Cómo evalúa el cambio de gobierno nacional y de autoridades en el Ministerio de Defensa?

— Los militares tenemos que estar por fuera de la discusión política y de la grieta. Aspiramos que llegue un día, que creo que no estamos muy lejos, donde sea totalmente independiente para nosotros, nos consideramos, como varias veces lo remarqué, instituciones republicanas, no somos guardia pretoriana de un gobierno de turno. Entonces nuestros valores apuntan a los valores permanentes, a la defensa, con nuestro juramento, de la bandera, cuando ingresamos a las Fuerzas Armadas y después cuando nos hacemos cargo de un puesto o cuando egresan del instituto el juramento de la Constitución. Obviamente como todos tenemos nuestras expectativas desde lo personal y nuestras preferencias políticas en lo personal. Personalmente veo esto con mucho interés, porque creo que vamos a estar ante una prueba de fuego para conocer si la Defensa es finalmente tomada como una política de Estado. Como toda política de Estado, primero tiene que ser prolongada en el tiempo. La prueba de fuego es cuando esa prolongación se produce con un cambio de signo político, entonces ahora vamos a ver.

— ¿Y cuál es su visión?

— La expectativa es grande porque vamos a poder decir “che, la política de Defensa realmente entró en un círculo virtuoso donde se respetan los grandes trazos de la política”, porque como en todo cambio de signo político es aceptable que haya alguna corrección o algún tema que una corriente política determinada lo considere necesario cambiar o retocar, pero una cosa es eso y otra muy distinta son los cambios copernicanos o pendulares de gestiones porque venimos a los tumbos desde hace 40 años, cambiando cosas cuando entra una administración. Sale esa administración y la próxima cambia políticas de Defensa que son realmente de fondo. Me parece que se han tomado medidas que llaman a creer que podemos estar ante una oportunidad más que interesante de que realmente se haya comenzado una política de Estado.

El Teniente General Juan Martín Paleo junto al ministro de Defensa Jorge Taiana. "A nadie le gusta tener un jefe que sea un cuatro de copas, entonces

— ¿Qué ejemplo puede darme sobre esas cuestiones de defensa y de estado?

— El Fondo Nacional de Defensa (FONDEF) es muy tangible, no sólo por lo que significa sino por la forma en que fue aprobado, no fue votada en contra por nadie, ni siquiera la izquierda, solamente hubo abstenciones, pero nadie votó en contra de esa ley. También hubo otras medidas que no fueron por ley pero sí fueron anunciadas por el gobierno y que no fueron refutadas por la oposición, ejemplo: el blanqueo de haberes. Fue una medida de altísimo impacto; el plan de equiparación salarial (con las fuerzas de seguridad). Ahora tenemos una prueba de fuego porque quedan dos cuotas, una en enero y la otra en abril. La va a tener que abonar la que era oposición y que ahora va a ser gobierno. Somos optimistas, porque insisto: ninguno de estos sectores cuestionó cuando se tomó la medida a pesar de que la economía estaba ya en crisis y que el impacto fiscal era muy importante.

— ¿Qué opinión tiene de algunos conceptos que vertió Victoria Villarruel, la vicepresidente electa sobre los años ‘70?

— ¿Concretamente cuáles?

— Por ejemplo, ella parece negacionista de algunas situaciones que ocurrieron durante la la última dictadura.

— No, yo no creo que sea negacionista. Nunca la escuché reivindicar al gobierno militar, sí tuvo contacto con presos pero ella misma explicó que estaba en el marco de un libro que estaba escribiendo o lo que fuera, pero tampoco está prohibido tomar contacto. Yo interpreto que el negacionismo es decir: “No existió un golpe de Estado o no se cometieron delitos de lesa humanidad”. Eso yo no se lo escuché. Así que desde ese punto de vista, bueno, ella tiene toda una carrera que se dedicó mucho a investigar bien el tema y convengamos que dentro de lo que es el tema de los ‘70 nosotros somos absolutamente respetuosos de las decisiones judiciales, aquellos que tienen condenas firmes tienen que cumplir con lo que dice la Justicia. Nosotros creemos y defendemos la independencia de los tres poderes. Quienes tengan condena firme tienen que cumplirla como cualquier ciudadano. Ahora esto no quita que también pretendemos que, como ciudadanos comunes que somos, también hay derechos constitucionales que deben respetarse y ocurren situaciones sobre todo con la gente que está detenida bajo proceso, que no tienen los juicios, y el Código Procesal habla claramente que no se puede tener detenida a una persona sin proceso más de dos años y eso en muchos casos no se está cumpliendo.

— Es verdad.

— Y lo mismo con aquellos que tienen más de 70 años y tienen comprobados problemas de salud, su condiciones de militar o ex militar no lo priva de sus derechos constitucionales. Me asombra en cierta forma que la Justicia todavía permita que haya casos de ese tipo, donde no se respeten garantías procesales. Hay gente que está cerca de los diez años en esa situación. Creo que como país nos tendríamos que cuestionar esta situación. Esto también es un derecho humano fundamental.

— Villarruel también habla de que hay gente que tiró bombas, que mató gente desde organizaciones guerrilleras como Montoneros, ERP, etcétera, y que no fueron juzgadas de la misma manera.

— Es un problema más de la Justicia que del gobierno. Es la Justicia la que tiene que dar explicaciones en ese caso. Uno de los principales valores que se buscó consolidar entre los integrantes de las Fuerzas Armadas, e irradiarlo hacia la sociedad, es que los militares debemos estar por fuera de cualquier división política o grieta. Las instituciones armadas son instituciones de la República, no partidarias. Si en el pasado fuimos un factor de inestabilidad política por la presencia permanente en ese escenario, asumiendo funciones impropias, desde el regreso de la democracia se ha ido consolidando la idea que las Fuerzas Armadas son garantes de la estabilidad institucional y gobernabilidad.

— Y después nos encontramos con estas contradicciones, durante el debate Milei acusó a Patricia Bullrich de tirar bombas en jardines y ahora formará parte de su gabinete como ministra de Seguridad.

 

— Son consideraciones propias del fragor de la campaña electoral y de las cuales, insisto, yo no quiero opinar mucho porque fuera uno, fuera el otro, que salió primero o salió segundo, o el que quedó afuera del balotaje, quien hubiera sido elegido, para nosotros, es la autoridad legalmente constituida y la vamos a aceptar y nos vamos a subordinar como corresponde. Existe un compromiso formal materializado en el juramento que todos los soldados efectuamos de respeto y defensa de la Constitución Nacional. Junto con la jura a la fidelidad de la bandera, constituyen los dos juramentos que efectuamos a lo largo de nuestra carrera y que no son de carácter romántico, sino que por el contrario se traduce en hechos prácticos bien concretos: su defensa de ser necesario, hasta perder la vida. Reconocimiento a los caídos en cumplimiento del deber. Las Fuerzas Armadas reconocieron, reconocen y reconocerán a todos los caídos en el cumplimiento del deber y a sus deudos, desde las invasiones inglesas hasta la actualidad. Los muertos no pueden ser los responsables ni pagar las consecuencias de las decisiones que los llevaron a dar su vida haciendo lo que juraron hacer. No es posible consentir que sean reconocidos o recordados según las conveniencias partidarias de un momento político. Los militares no olvidamos a nuestros muertos.

—¿Por lo dicho en la campaña electoral, cree que se le puede conferir otro tipo de atribuciones a las Fuerzas Armadas?

— ¿Narcotráfico?

— Como narcotráfico o para luchar contra bandas delictivas peligrosas.

— Vuelvo a nuestra visión y nuestra convicción legalista. Una plataforma política puede tener la visión de que las Fuerzas Armadas participen más, menos o nada en cuestiones como en la lucha del tema del narcotráfico, eso es atribución de la conducción política, es legal, lo que nosotros decimos es que para que ocurra eso, se requeriría cambiar el marco legal vigente, primero tendría que haber una voluntad política, segundo tendría que analizarse y generarse el marco jurídico correspondiente, porque hoy por hoy no está permitido por ley. Hoy realizamos apoyo logístico a las Fuerzas de Seguridad. Podrían decir: “Bueno, que sea con más intensidad o algún otro tipo de apoyo logístico”. Pero salir a enfrentar, a combatirlo con armas de fuego y con el poder de fuego de las Fuerzas Armadas requeriría, como dije, decisión política, el marco jurídico, es decir las leyes que lo avalen y después de eso tenés que organizar, equipar e instruir a los que van a participar, porque no es soplar y hacer botellas, vas a pasar a hacer algo para lo cual no estás ni organizado ni instruido. Nuestras armas son todas letales porque están hechas para enfrentar a otro Ejército, otra Armada u otra Fuerza Aérea, que es el máximo nivel de letalidad que tiene el Estado, el de las Fuerzas Armadas.

— Ya se anunció que Luis Petri será el nuevo ministro de Defensa, ¿usted está en condiciones de brindar alguna opinión?

— No, no tengo elementos de juicio, ni opinión formada sobre el futuro ministro de Defensa. Lo que sí veo es que tiene el apoyo político claramente del Presidente y para mí lo que es importante y se destaca es que el ministro de Defensa debe tener un perfil alto. Los dos ministros que tuvimos, al menos yo hablo de lo que me tocó a mí, eran dos pesos pesados.

— ¿Se refiere a Agustín Rossi y a Jorge Taiana?

— Nadie puede decir que un ministro que fue dos veces presidente de la Cámara de Diputados, que ya había sido Ministro de Defensa; que después fue otra vez ministro, que después pasó a la AFI, que después terminó siendo Jefe de Gabinete y candidato a vicepresidente, que podría ser actualmente el vicepresidente electo, me parece que por lo menos lo que no se puede decir es que es un cuatro de copas. Y Taiana lo mismo, Taiana es un vice canciller, canciller de la República Argentina, senador y varios cargos más en la administración pública. A nadie le gusta tener un jefe que sea un cuatro de copas, entonces Petri me parece que era el candidato a vicepresidente, no era un hombre de perfil bajo, él estuvo dentro de las tres principales fórmulas, creo que es una persona que viene con un perfil ascendente en el desarrollo de su carrera política…

— Pero no tiene la trayectoria de los anteriores.

— Quizás no la tenga, es muy joven, 46 años.

¿No podemos decir que es un cuatro de copas?

— No, yo no lo definiría como un cuatro de copas. Tiene más futuro que historia. Los otros quizás tienen más historia que futuro, pero es una decisión del Comandante en Jefe su designación y va a ser cadena de comando y se lo va a recibir y a respetar y a obedecer como a cualquiera.

— ¿Cómo continúa ahora la línea de mando y de sucesión dentro de las distintas Fuerzas?

— Bueno, queda a consideración de la nueva conducción política, del Ministro de Defensa le tendrá que proponer al presidente quiénes son los nuevos mandos y dónde se produce el corte ese. Yo particularmente soy de la idea de que los cambios deben producirse y que deben producirse quizás no muy profundos porque no hubo ningún hecho que te lleve a decir “bueno, hay que cortar acá”, hay que cambiar porque no hay organización más vertical que las organizaciones militares, cuando no se producen las renovaciones en las cúpulas se producen los tapones. Cuando me designaron a mí como Jefe del Estado Mayor Conjunto se bloqueó durante cuatro años como mínimo. A nivel de las Fuerzas pasó lo mismo, los Jefes del Estado Mayor, cuando fueron designados, durante cuatro años no se produce ningún cambio a no ser que haya algún cambio en el medio por algún problema, cosa que no ocurrió. Yo creo que ese corte tendría que producirse como mínimo a nivel de los jefes y subjefes. Cuando se elige se eligen al jefe y también al subjefe, son dos designaciones meditadas, a veces inclusive hasta analizadas en términos de las personalidades, un jefe de tal característica con un subjefe de tal característica, eso es lo que decimos nosotros un equipo que factura, entonces yo creo que ese nivel es bueno institucionalmente, es sano que se produzca un cambio en ese nivel.

— Entonces usted entiende que jefes y subjefes debe pasar a retiro para tener posibilidad de ascender al resto.

— Exacto.

— Y si contra todo esto que estamos hablando el Ministro o el Presidente le dicen: “general Paleo tiene que seguir en el cargo”, ¿qué contesta?

— Paleo le va a explicar a quién se lo proponga que obviamente estaré a disposición del ministro, del Comandante en Jefe, en el caso hipotético que eso ocurriera, para hacer una transición ordenada, prolija, que eso puede llevar a lo mejor un tiempo, pero nada más que eso. Aparte no te olvides que nosotros pasamos a retiro, yo siempre voy a estar al lado de quién me necesite, me pida opinión y hasta me requiera un apoyo para algo puntual porque soy un retirado, por eso continúo cobrando mi sueldo, porque estoy al servicio del país y de mi institución, si me requiere el poder político un seguimiento, un apoyo o una opinión me van a tener al teléfono, eso desde ya, no significa una desvinculación definitiva, sino sería una baja.

— ¿De qué tiempo de transición estamos hablando?

— De la transición que culminó con mi designación se hizo cargo el presidente (Alberto) Fernández y le ministro (Agustín) Rossi, ellos se hicieron cargo el 10 de diciembre de 2019, yo asumí el 22 de febrero, prácticamente tres meses. Me parece un tiempo prudencial, y estamos hablando de un ministro que ya había sido ministro (de Defensa), ya conocía el cargo. Desconozco absolutamente cuál es la intención, porque a lo mejor el nuevo ministro ya tiene armada su lista, no hubo ningún tipo de contacto con las autoridades militares, al menos conmigo como máxima autoridad militar, no he tenido ningún contacto, que tampoco creo que corresponda hasta tanto él no tenga primero su contacto con el ministro saliente (NdE: ocurrió el martes), es decir la institucionalidad es también respetar estas cosas.

— ¿Hay lobbies en las Fuerzas Armadas?

— De todo tipo y color.

— O sea, ya hay nombres en danza.

— De todo tipo y color. Las empresas de apuestas se deben estar haciendo un festín. Pero no sólo en las Fuerzas Armadas, en muchas organizaciones, grupos, promociones, organismos, mutuales, clubes, todos tienen su opinión, lo digo un poco para desdramatizarlo. Es inevitable que haya comentarios. Las promociones están todas interconectadas por cadenas de Whatsapp. Somos parte de esta sociedad entonces es imposible que eso no ocurra. Ahora, lógicamente, hay algunos que juegan interés particulares, entonces eso hay que saber determinar.

— ¿Por ejemplo?

— Porque hay intereses referidos a determinadas decisiones que se puedan llegar a tomar como ser el tema de los proyectos estrellas: creo que se ha avanzado a un nivel donde ya realmente la administración que llega podría tomar una decisión final. Hablo del tema del avión caza Multirole, el submarino o los submarinos, y el blindado a ruedas. Las empresas que participan y los países que participan en eso hacen su lobby con mucha intensidad, porque ellos tienen intereses ahí, a eso me refería con el tema de que algunos juegan algo más que el conocimiento que tenemos entre nosotros. Cuando hablamos de estos recursos que nombré no son caprichosos: el caza Multi-role es porque tiene que ser supersónico, tiene que tener capacidad de reabastecimiento en vuelo y tiene que ser de una generación tecnológica avanzada. La Armada también necesita submarinos porque es el arma de ataque silenciosa para que empiece a pegar también desde el mar. El blindado a ruedas para el Ejército es porque necesitamos desplazarnos rápido para reducir esos tiempos de reacción que te dije, y con una protección mínima, entonces el blindado a rueda, no es que es por una moda.

— ¿Y esto lo determina el Jefe del Estado Mayor Conjunto?

— En términos de nivel estratégico militar, sí. Yo considero muchísimas cosas, entonces, así como dicen: “No, porque el avión chino sería permitir que China ingrese al mercado latinoamericano o nos va a traer problemas con Estados Unidos”. Eso es una consideración del nivel político. Entonces, esa es una línea de pensamiento. Pero también puedo decir que el Caza F16 es un avión viejo, hablando de más de 40 años, y el proveedor es Estados Unidos. Vos cuando hacés un negocio y elegís un socio te podés equivocar, ¿correcto? Ya te equivocaste, ahora tenés que volver a hacer un negocio con otro, ¿o volvés a elegir al mismo? Bajemos el nivel de vulnerabilidad porque ya tuvimos una mala experiencia con Estados Unidos como proveedor, porque no es solamente la experiencia de que le haya dado el apoyo, los misiles aire-aire a Gran Bretaña durante el conflicto de Malvinas, sino que cuando en los ‘90 se trajeron los A4 tenían que venir con 50 misiles y vinieron tres nada más. Es decir, nuestro principal problema hoy en términos militares y a nivel país, es que tenemos en términos de Defensa, parte de nuestro territorio ocupado. Y no sólo eso, Gran Bretaña explota nuestros recursos otorgando licencia de pesca, lo otorgan como otorgaron ahora dos espacios para exploración y explotación petrolífera. El Primer Ministro la semana pasada envió un mensaje respecto a Malvinas; dijo que para ellos era una cosa resuelta, que no había nada que hablar. Después está la proyección Antártida, que es una situación inevitablemente de disputa, no digo que sea una disputa militar, pero hay una disputa en términos de proyección.

— El presidente electo ya dijo que con China no va a negociar porque son comunistas y habló maravillas de Margaret Thatcher.

— Yo creo que las declaraciones que hizo sobre Thatcher habló de ella como líder político, no lo interpreté como un juicio de valor hacia la política de Gran Bretaña y menos que menos respecto de Malvinas, me parece que hace mención más a su carácter, a su decisión, que por eso le dicen “La Dama de Hierro”.

— ¿Y sobre no negociar con países comunistas?

— Es una decisión política del Presidente, yo no quiero emitir juicio de valor.

— ¿Cómo califica al presidente Alberto Fernández?

— No lo puedo calificar porque fue mi Comandante en Jefe, no correspondería para nada. Lo que sí puedo decir es que los tres logros más grandes irrefutables de esta gestión son, como te dije, el blanqueo, la equiparación salarial y el Fondo Nacional de la Defensa (FONDEF), los tres salieron con intervención directa del Presidente, si no, no hubiera salido, y en dos de esos puedo dar fe porque participé de la reunión en la cual le pedimos al Presidente en Olivos lo del blanqueo, en la época de la pandemia, y en la Antártida el tema de la equiparación, decisiones que si él decía que no se podía no se hubieran hecho, entonces eso yo creo que es irrefutable y hay que reconocerlo.

Por Andrés Klipphan

Publicado en www.infobae.com


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