Un estudio de la crisis en Ucrania, sobre la base de los antecedentes compilados por analistas internacionales, profesores universitarios de historia de política exterior, incluso publicaciones dirigidas por militares argentinos, entre ellos la que orienta el Coronel ® Gustavo Gorriz, arroja, desde distintas aristas, una serie de conclusiones que pueden ayudar a interpretar, desde estas latitudes, la génesis de este problema que incluso, no solo desde la Casa Rosada sino desde la propia Moscú, se asocia a las Islas Malvinas como a otros traumáticos procesos como lo fueron Serbia y Georgia. He aquí, en resumen, lo que opinan los especialistas.
El despliegue de tropas rusas en esa región (al 13 de marzo unos 10.000 efectivos) apoyados por vehículos blindados y aviones de caza, hizo sonar la alarma en Occidente. A pesar de las amenazas de posibles sanciones de los EE. UU y de la UE a Rusia con la pretensión de disuadir al presidente ruso Wladimir Putin, se realizó en Crimea el plebiscito para conocer la opinión de los habitantes de esa nación. El resultado fue que el 95,5 % del electorado votó a favor de que la península ucraniana quede bajo la órbita rusa. Recordemos que Crimea fue parte integrante de Rusia hasta que la entonces Unión Soviética, en 1954, le cedió ese territorio a Ucrania por iniciativa del entonces presidente Nikita Kruschev, manteniendo la base naval rusa de Sebastopol, donde se asienta la Flota del Mar Negro. La población en general habla el idioma ruso y siempre fue deseosa de su incorporación a Rusia. Por el contrario las minorías tártaras y ucranianas (aproximadamente el 37%) opinan lo contrario.
La política nacionalista desarrollada por el presidente ruso Wladimir Putin generó muchas críticas en la comunidad internacional, pero no caben dudas que como consecuencias de esto, se fortaleció en el frente interno al lograr anexar Crimea a Rusia después de 60 años, la presencia militar rusa en el Mar Negro con salida al Mediterráneo y a la vez obtiene elevar su popularidad hasta el 70%. Como contrapartida, se puede remarcar que Rusia se distanció de la comunidad internacional, alejó a Ucrania de Rusia y podría general una potencial propagación en las repúblicas separatistas del Cáucaso.
Los acuerdos existentes en Crimea le permitían a Rusia (por las bases navales que allí asentadas) movilizar hasta un máximo de 25.000 hombres en la península.
Las minorías ucranianas y tártaras de Crimea tienen temor de la mayoría rusoparlante, pero a su vez les resulta interesante que el poder adquisitivo ruso es superior. Un cable de la Agencia AFP y DPA que reproduce, entre otros medios el diario La Nación de Buenos Aires (diario que será utilizado como fuente reproductora en el transcurso de la nota) cita que los jubilados rusos perciben unos 9.917 Rublos mensuales de media (271 Dólares), casi el doble que el percibido en Ucrania. En tanto según un cable de la Agencia DPA firmado por Ulf Mauder que publica el mismo medio gráfico, Rusia prometió pagar pensiones a nivel de ese país. Cerca de 200.000 empleados públicos de Crimea recibirán sueldos similares a los rusos (en Crimea los ingresos per cápita s