Tres antiguos jefes guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) reivindicaron la lucha armada de esa organización militar durante el gobierno constitucional justicialista de los 70 -en particular el de María Estela Martínez de Perón- al oponerse a la absolución de tres ex jefes militares involucrados en la muerte de varios de sus compañeros tras un fallido copamiento al regimiento 17 de paracaidistas, en Catamarca.
El pronunciamiento pavimenta los argumentos de los defensores de los militares actualmente encarcelados por acciones de la guerra antisubversiva, ocurridos hace cuatro décadas, en el sentido de que hubo una guerra, con beligerantes que revestían estado y jerarquías militares y que de la misma forma en que se declararon prescriptos los crímenes perpetrados por uno de los bandos, corresponde la absolución o prescripción de los que potencialmente pudieran haber perpetrado los otros.