Un capellán militar, el sacerdote Carlos Warton, brindó la primera comunión a una niña discapacitada que, según su madre, había sido discriminada tanto por la catequista de la Iglesia a la que concurría y luego por el cura párroco de la misma.
Escrito el miercoles 08 de junio de 2010
La información está contenida en un artículo de toda una página (número 40) publicado este miércoles (08-06-2010) en el diario Clarín. El texto desarrolla extensamente las declaraciones de la madre de la pequeña, y sobre el final explica como se resolvió el problema, gracias a la intervención del capellán del Regimiento 8 de Tanques de Magdalena, quien administró su primer sacramento a la pequeña en la capilla de esa unidad.
Siempre, de acuerdo al relato de la mujer, María Cristina Altamirano, de 40 años, su hija Amparo, discapacitada, había sido sistemáticamente discriminada por la catequista encargada de su formación católica por padecer de parálisis cerebral. La señora Altamirano sostuvo en su denuncia, recogida por Clarín, que el cura párroco de la Iglesia de su barrio, en Magdalena, respaldó a la catequista y también se negó a brindarle la primera comunión.