La Asociación Familiares y Amigos de Víctimas del terrorismo en Argentina, rechazó la iniciativa parlamentaria de equiparar al pañuelo de las Madres de Plaza de Mayo con los símbolos patrios, y bajo el título “No al pañuelo!!!” emitió, con la firma de su presidente Silvia Ibarzábal y el vocal Andrés Fernández Cendoya, la declaración que se reproduce a continuación:
Un Símbolo Nacional, es un emblema o signo, que representa los orígenes y valores comunes, que hacen a la identidad de una nación y al conjunto de sus habitantes.
Los Símbolos Nacionales Argentinos, son la Bandera, el Himno Nacional, la Escarapela; en ellos se evoca el sentimiento que nos define como Nación y por los que nos reconocemos y se nos reconoce internacionalmente, como país.
Lejos de lo expresado, el “pañuelo” de la organización Madres de Plaza de Mayo, es el ícono sectario de un grupo de personas, que habiendo conformado originalmente un organismo de DDHH, mutó en tribuna y fachada de reivindicación del terrorismo marxista internacional. Es así que la organización, justifica abiertamente las acciones y metodologías de la lucha armada de las bandas terroristas ERP, Montoneros y otras menores, que desencadenaron la guerra revolucionaria, que asoló nuestra Patria en los años 60 y 70. Otorga respaldo y solidaridad, a cuanto movimiento u organización terrorista, aparezca en el ámbito continental o mundial. Son conocidas las posturas favorables de la organización y el beneplácito, expresado en relación a sangrientos atentados terroristas perpetrados en Estados Unidos y Europa. Debe recordarse la permanente y furibunda campaña, desarrollada contra la Iglesia Católica y su jerarquía, incluyendo el vandalismo sacrílego en la Catedral de Buenos Aires. Son claros y notorios, sus vínculos con ETA de España, las FARC y el M 19 de Colombia, el EZLN de Méjico y el gobierno terrorista de Irán, de los que recibe a cambio, financiación para su funcionamiento. A partir de 2003, se hace funcional al gobierno nacional, respaldando toda acción relacionada con su “política de DDHH”. En tal sintonía, logra apoyos para el funcionamiento de su pseudo universidad y los aportes millonarios, para concretar la gran estafa conocida como “Sueños Compartidos”.