El obispo castrense, monseñor Santiago Olivera sostuvo hoy, en un inédito como durísimo pronunciamiento, que “la situación de muchos detenidos por delitos de lesa humanidad es una vergüenza para la República: una discriminación nunca vista en democracia” la cual es llevada a cabo, especialmente, “por algunos miembros del Poder Judicial, con el silencio cómplice de algunos de los miembros de otros poderes y de buena parte de la dirigencia nacional”.