República Argentina: 4:02:16pm

Edgardo Aguilera publicado en www.mdzol.com

Luis Petri derogó la reforma educativa militar que impuso el kirchnerismo: los cambios

El ministro de Defensa emitió una resolución que vuelve para atrás lo que se había establecido en tiempos de Nilda Garré. Las reformas claves en la currícula.

El ministro de Defensa, Luis Petri, anuló las resoluciones del kirchnerismo que desvirtuaban la educación y formación en institutos militares de oficiales y suboficiales.

Este miércoles, Petri firmó la Resolución Número RESOL-2025-31-APN-MD y dispuso. “Deróguense las Resoluciones del Ministerio de Defensa Nros. 872 del 25 de junio de 2007, 1821 del 23 de noviembre de 2007, 1648 del 14 de diciembre de 2010, 1371 del 25 de noviembre de 2011 y 20 del 15 de diciembre de 2011, y toda otra que se oponga a la presente resolución”.

La antipatía de los funcionarios del régimen kirchnerista hacia las Fuerzas Armadas, con innumerables de ellos que formaron parte activa de organizaciones terroristas en los setenta, determinó el sesgo de la denominada reforma educativa militar cuyo armado resolutorio dejó sin efecto Petri.

En la modernización del Sistema Educativo Militar, el Ministerio de Defensa por entonces a cargo de Nilda Garré, decidió impulsar una profunda reforma de los procesos educativos que forman y capacitan a los oficiales y suboficiales de las Fuerzas Armadas, en coherencia con la falsa figura de construir el “ciudadano militar”.

Una categoría que se acuñó con las anteojeras de los ’70 y derivó en la quita de la esencia del militar que más que funcionario de servicio público es un compromiso de vida de armarse para defender el país y sus habitantes bajo el imperio de la Constitución y leyes específicas.

Las mejoras que Luis Petri y Sandra Pettovello buscan en el Servicio Militar Voluntario

La reforma educativa militar del kirchnerismo se lanzó a partir de 2006 como si los militares no hubieran transitado como todos los ciudadanos la democratización del país en 1983.

Machacaban con el latiguillo de “fortalecer la cultura democrática” animada por la brecha subjetiva de civiles versus uniformados golpistas construida desde el mismo poder.

El proyecto arrancó con el Decreto 788/07, de creación de la Subsecretaría de Formación, en la órbita de la Secretaría de Asuntos Militares, desde donde se orquestaron asignaturas y contenidos que quedaron eliminados por la resolución que firmó ahora Petri.

La reforma se inició con la Resolución MD N°872/07 (ahora derogada) que dispuso incorporar siete asignaturas obligatorias a los planes de estudio de las escuelas de formación de oficiales de las tres fuerzas.

Quizá un logro, sino el único, de aquel armado de formación kirchnerista fue compatibilizar el programa con las titulaciones de universidades civiles públicas y privadas. El cadete recibe un título de equivalencia con el ámbito civil.

En esencia, eran asignaturas obligatorias para el Colegio Militar, la Escuela Naval, la Escuela de Aviación y los institutos de suboficiales, por ejemplo, ciencias matemáticas y sociales que ya estaban en la currícula de las escuelas, pero se introdujo y aumentó significativamente la carga horaria en temas como los derechos humanos y diversidad de género en desmedro de contenidos específicos de la carrera militar.

Esa subsecretaría, por cambios de orgánica, pasó a Dirección de Formación dependiendo de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares (SEAM), participa en el diseño de las políticas educativas de formación, perfeccionamiento y capacitación de las Fuerzas Armadas y del personal del ministerio, en los temas específicos de la Defensa.

En un estudio y evaluación de los programas preexistentes, Formación determinó que “la orientación impuesta condicionaba la obtención de las competencias reales y necesarias que deben tener los futuro oficial o suboficial de las Fuerzas Armadas, ya que imponían una carga horaria que podría haber sido utilizada en la impartición de contenidos más específicos relacionados con la formación profesional”, se lee en los fundamentos de la derogación del plan educativo militar del kirchnerismo.

Los cambios en la currícula permitirán recuperar conocimientos técnicos y se achican las cuestiones vinculadas a Derechos Humanos o cuestiones de género. Foto: Prensa Ejército

“Al dejar sin efectos estas materias y contenidos mínimos, las Fuerzas podrán mantener aquellas asignaturas y unidades temática, que, sí responden a la necesidad concreta de la formación, desechando aquellos contenidos curriculares que no contribuyen a su formación profesional específica y que no están acorde con las exigencias que plantea los actuales desafíos en el área de la Defensa Nacional”, continúa.

En el plexo de resoluciones que eliminó Petri se destaca una, la 1371/11, que creó una “Comisión de Implementación del Modelo de Educación Militar”, un ente de control político de contenidos.

Funcionaba con la obvia orientación de cambiar de cuajo el ethos militar hacia un modelo de uniformado flexible sin el rigor de la autoridad, el mando, la lealtad de cuerpo y el objetivo esencial de prepararlo para el combate.     

La nueva resolución busca restaurar la esencia militar de esos institutos un “back to basics” sin desatender las habilidades académicas de las ciencias duras necesarias para el combate moderno en un mundo de dominio de tecnologías.

La disposición del ministro Petri, en su artículo 2, le otorga mayor autonomía a las Fuerzas Armadas para definir el perfil académico del futuro oficial y suboficial.

Les da facultades para proponer los planes de estudio por competencias de acuerdo al perfil que se requiera para cumplir las misiones y funciones específicas de cada una de ellas.

En agosto de 2024, Petri ya había anulado las resoluciones del kirchnerismo que habían prohibido la instrucción con armas de fuego a los cadetes de primer y segundo año de los liceos del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.

Una vuelta a la esencia de la formación y disciplina militar en jóvenes que a futuro se pueden integrar como cuadros de la reserva.

 


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