Varios influentes funcionarios del Ministerio de Defensa de los Estados Unidos consideran y hasta insisten que para proteger los intereses nacionales y hacer frente a los ataques cibernéticas los especialistas militares norteamericanos deben tener derecho infiltrarse en las redes informáticas estatales y privadas tanto nacionales como extranjeras. Dicha propuesta –que despierta reacciones encontradas en el resto del mundo- ya fue presentada ante el titular de la cartera militar Leon Panetta, dijeron analistas militares internacionales.
Según los altos representantes del Pentágono, citados por influyentes publicaciones, si la iniciativa está aprobada “estas medidas cautelares ayudarán a intensificar el desarrollo de las tecnologías que permitirán defender la nación de los ataques cibernéticos.”
La Casa Blancay el Pentágono ya habían aprobado una lista de los casos, cuando los especialistas pudieran exceder sus facultades (poderes) pero muchos en el Ministerio de Defensa estadounidense opinan que las limitaciones siguen siendo bastante rígidas y los especialistas están atados de manos y no tienen tanta flexibilidad para actuar con cierta eficacia. A pesar de que los autores de esa iniciativa aseguran que los militares van a hacer tales inesperados ataques cibernéticos sólo en los casos estrictamente necesarios, con mucha cautela y claridad de objetivo, la idea produce muchas preguntas. Sobre todo en cuanto a la protección de la información privada o cumplimiento de las leyes internacionales.
Mientras tanto, el 1 de junio de este año el diario “New York Times” con referencia a los fuentes oficiales anunció, que los Estados Unidos ya actualmente están usando el arma cibernética (cíberarma) de percusión.
Como un ejemplo evidente, según el editorial, el Pentágono elabora y usa el software malicioso para poner fuera de servicio las plantas nucleares iraníes. El programa del estudio de este tipo de arma bajo el nombre “Los Juegos Olimpicos”
se empezó durante la presidencia de George W. Bush. El mandatario actual Barack Obama ordenó activarlo fuertemente. “Parece que por primera vez los EE.UU. trataron de destruir la infrastructura de otro país con la ayuda de un software, que antes podría haber logrado sólo con el bombardeo o con el envío de los grupos divercivos”, hace resumen el diario. Pero el caso de Iran se puede considerar como un ejemplo (una muestra), como un caso particular, un hecho conocido. Tomando en cuenta que detrás de estos proyectos, como asegura otro diario estadounidense “Washington Post”, están los servicios especiales es muy probable que otros países también puedan exponerse a la misma amenaza por parte de los Estados Unidos.
Al respecto, durante la conferencia dedicada a la seguridad cibernética y la lucha contra el terrorismo que tuvo lugar en Alemania en pasado abril, varios países exhortaron a poner el control parcial al internet y entregar las facultades de inspección en la red informática a la ONU. Actualmente todos los problemas relacionados con IP-direcciones y con otros aspectos del funccionamiento del Internet los ejercen varios ONG norteamericanas. En el diciembre próximo en Dubai (los Emirates Arabes Unidos) va a celebrarse una conferencia de la Unión Interamericana de Elactrocomunicación bajo los auspicios de la ONU. En este evento los representantes de 178 países tienen intención (se proponen) revisar los Reglamentos Internacionales en el ámbito de comunicación.
A su vez el Departamento de Estado de los EE.UU. subrayó que Washington estaba en contra del traspaso del control del Internet a una institución especial de la ONU diciendo que los entes actuales actuan bien y continuan garantizando el desarrollo positivo del Internet y sus bentajas.
La polémica se abre con quienes sostienen que, lo arriba mencionado indica que la situación actual con referencia a la seguridad en ciberespacio y de las iniciativas del Pentágono muestra evidentemente los estandares dobles de los Estados Unidos. Por un lado el Pentágono mísmo elabora los virus informáticos y los emplea contra otros Estados. Por otro lado alegando a la amenaza que producen estos mísmos virus se propone permitir legalmente a los servicios especiales norteamericanos realizar las cibersalidas (los atáques cibernéticas), de otras palabras – crear una plataforma para librar un combate en gran escala en la red global.