El General Santiago Omar Riveros acaba de cumplir cien años y sigue preso. Es víctima del odio, de una oprobiosa venganza y de una justicia corrupta en el marco del más gigantesco prevaricato que registra nuestra historia judicial.
El General Santiago Omar Riveros acaba de cumplir cien años y sigue preso. Es víctima del odio, de una oprobiosa venganza y de una justicia corrupta en el marco del más gigantesco prevaricato que registra nuestra historia judicial.
Felicito a La Nación por el editorial “La Argentina sin Roca”. Me permito sugerirles lo impriman en forma de folleto para ser distribuido en colegios secundarios. De esa forma sería leído por los adolescentes, y que sea también incorporado a las redes.
Estimados Camaradas y Amigos: La Unión de Promociones expresa su más profundo pesar por los recientes fallecimientos de 2 (dos) Presos Políticos, según el siguiente detalle:
En 1974, cuatro guerrilleros asesinaron a un militar y fueron condenados a prisión perpetua. Trece años después fueron liberados y la Secretaría de DDHH autorizó, para cada uno, una indemnización de 115 mil USD, “por haber estado detenidos”. Mientras, un ex Cabo de la Fuerza Aérea, acaba de ser condenado a 25 años de prisión “por haber estado de guardia” en 1978, a sus 20 años de edad.
Los jueces Petrone y Barroetaveña aseguraron que la resolución del TOF no estuvo fundada y fue arbitraria. Apuntaron a las pruebas contra el militar retirado. La jueza Figueroa, antes de cumplir 75, votó por respaldar la absolución.