República Argentina: 4:58:35pm

Carta de lectores publicado en www.lanacion.com.ar

Hoy se casa una hija mía y ayer me dije “pa’ mis adentros”: tengo que estar tranquilo y sosegado. Sin embargo, Enrique Munilla me lo impidió.

Él irrumpió nuevamente en la escena como una tromba con su carta y el escalofriante caso que allí nos relata, que sin dudas debe conmover hasta a las piedras (no así a los jueces federales). Cuenta allí la historia del ahora añoso coronel Eduardo José María Lance, quien a los 81 años todavía lucha por volver a esa libertad que sin escrúpulo alguno le arrebataron los jueces Walter Venditti, Esteban Rodríguez Eguers y Matías Mancini, del Tribunal Oral Federal N° 2 de San Martín. Ciertamente, no tiene sentido que aquí repita la historia tan bien narrada, pero sí recalcar que se trata de otra condena a prisión perpetua por hechos, como siempre, de hace más de medio siglo, sin prueba alguna en contra del imputado. No obstante ello, al parecer, los juzgadores, cual Arúspices de la vieja Roma, examinaron las entrañas de la víctima y allí pudieron ver lo que sucedió en la época de los eventos examinados en el juicio, pues, de los 400 testigos que declararon en el debate, ninguno vio nada ni conoció jamás a Lance. Ahora son los jueces Mahiques, Yacobucci y Slokar, de la Cámara Federal de Casación Penal los que deben fallar de acuerdo a derecho, permitir que la inocencia salga a la luz y el coronel pueda recuperar lo que nunca debió haber perdido.

Esto no puede seguir así. ¡A ver quién le pone el cascabel al gato, hato de cobardes!

Francisco García Santillán

DNI 10.661.522

 


Más Leídas