Señor director: Quisiera hacer un homenaje al Coronel Gustavo Diedrich caído en combate contra la subversión, el martes pasado, 23 de enero. Y digo bien cuando digo en combate, porque estos últimos 20 años de su existencia- ¡y no digan que 20 años no es nada!- fue un largo combate contra la canalla injuriosa que se ha dado en llamar Derechos Humanos, caterva de mentirosos e impostores a sueldo, eso sí, porque nada hace gratis esta gente.
El Coronel Diedrich entró en combate en la flor de su edad y porque quiso -y que esto quede claro-, porque la leva fue voluntaria en ese momento tan duro que pasábamos los argentinos por los años 70. El combate se planteaba sucio por parte del enemigo y él lo sabía. Quizá era eso lo que detenía a más de uno. Pero él entró, seguro de ganarlo en el terreno, donde sí se ganó y en poco tiempo, y seguro también de perderlo -¡ya estaba perdido!- en el plano de la canalla política y del periodismo internacional, abyectos y sometidos ambos a la basura ideológica de la banca mundial. Sin embargo, el Coronel tuvo, en su momento, muy presente su juramento como soldado, por Dios y los Santos Evangelios, para defender a la patria…hasta perder la vida. Y perdió no solo la vida, sino su dignidad como soldado, su libertad como hombre de bien y hasta el puesto de honor que le corresponde en la memoria histórica argentina. Tenle en cuenta Señor, al Coronel Gustavo Diedrich todos sus trabajos y brille para él la Luz que no tiene fin.
Elena María Calderón
Publicado en www.laprensa.com.ar