República Argentina: 10:39:21am

El estado de virtual inmovilidad de la aviación militar argentina quedó reflejado crudamente el pasado 16 de diciembre, en una ceremonia de egreso conjunto, recibieron sus brevets seis nuevos alféreces, apenas un pálido reflejo de los aproximadamente 40 que, año tras año, abandonaban orgullosos las aulas de la Escuela de Aviación Militar, en Córdoba.

Este año, la ceremonia se realizó en dependencias de la Escuela de Aviación Naval, en Punta Indio, donde también recibieron sus títulos cuatro pilotos de la Armada y otros dos del Ejército.

Ellos son los guardiamarinas Axel Guerra, Hernán Martínez Reumann, Walter Ávila y Juan Martín de Diego; los subtenientes del Ejército Hernán Combin y Mariano Brea; y los alféreces de Fuerza Aérea Gonzalo Britos Venturini, Román Utrera, Francisco Labayru, Maximiliano Mayorga, Lucas Quirós y Juan Cruz Suárez.

 

Tradicionalmente la Aviación Naval generaba 20 nuevos pilotos y la Aviación de Ejército 10. Las operaciones este año fueron concentradas en Punta Indio y a cargo de la Aviación Naval frente a la carencia de aeronaves en Córdoba para encarar solventemente la etapa de formación.

La mayoría de los pilotos de combate argentinos han emigrado a las compañías aerocomerciales frente a la imposibilidad de volar por la falta de material y la peligrosidad que implica operar los que están precariamente en servicio.

La ceremonia conjunta de egreso tuvo un discreto aunque emotivo desarrollo pero no trascendió mayormente a la prensa. El curso básico conjunto de aviadores militares fue dispuesto en el 2006 por la entonces ministra de DefensaNilda Garrépero nunca pudo prosperar en función de la carencia de material y falta de presupuesto.

 

  


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