WASHINGTON .El teniente de la Marina Gary Gross se ha convertido en el primer militar homosexual que se casa en Estados Unidos, un minuto después de que caducara, en la medianoche del 20 al 21 de septiembre de 2011, la ley que prohibía a personas abiertamente homosexuales en las Fuerzas Armadas,.según lo informó la cadena SER de Madrid, citando un cable de la agencia de noticias española EFE, fechado en la capital estadounidense.
EFE dijo que para la boda, Ross, de 33 años, y Dan Swezy, de 49, viajaron desde Tucson, Arizona, hasta Vermont, uno de los seis Estados donde se ha legalizado el casamiento de personas del mismo sexo.
El teniente Ross, que concurrió a la ceremonia ante un pequeño grupo de familiares y amigos con su uniforme militar de gala, y quien es su compañero desde hace 11 años, el civil Swezy, eligieron también Vermont por la diferencia de huso horario que les permitió casarse dos horas antes, precisó la agencia noticiosa.
"Fue una ceremonia hermosa", dijo Ross al diario Burlington Free Press y, refiriéndose a su relación de pareja, añadió que "finalmente, es oficial".
El Pentágono ha dedicado meses a cursos de información e instrucción para casi dos millones de miembros de las Fuerzas Armadas al aproximarse la abrogación de la ley que prohibía que personas homosexuales que lo hubieran reconocido públicamente siguieran en las filas militares.
Las Fuerzas Armadas ya habían iniciado la recepción de solicitudes de ingreso de personas que se declaran homosexuales, pero sólo a partir de este miércoles 21 de septiembre comenzará el trámite de aceptación o rechazo de candidatos.
La boda la ofició el juez de paz Greg Trulson en la cabaña de la Logia Moose Meadow, en Duxbury, unos 25 kilómetros al noroeste de Montpelier, donde se llevó a cabo también la primera boda de homosexuales civiles en 2009.
Desde que la ley conocida como "no pregunte, no lo cuente" entró en vigor en 1993, decenas de miles de hombres y mujeres, muchos de ellos con servicio distinguido y condecoraciones por actos de coraje en el campo de batalla, han sido dados de baja de las Fuerzas Armadas de EEUU al hacer pública su orientación sexual. Ello provocó al Pentágono afrontar demandas multimillonarias.
Dicha ley fue un compromiso que suponía un pequeño avance pues, contrariamente a lo que se hacía antes, prohibía preguntar por la orientación sexual de un militar o aspirante a serlo, pero no dejó satisfechos a muchos homosexuales que declarando públicamente su condición.