República Argentina: 12:57:09am

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Foto: Gentileza malvinasdata.bogspot.com

Como comandante del Batallón de Infantería 5, estuvo a cargo del batallón que siguió luchando en Malvinas, aún después de que la Argentina se rindiera. Los gurkas decían que este grupo se asemejaba a "demonios tirando". Su deceso se produjo en la noche del domingo 29 de mayo. El lunes 30 hubo una misa de cuerpo presente y luego sus restos fueron inhumados en Bahía Blanca, ciudad donde residía.  Pese a tratarse de reconocido y condecorado combatiente, la Armada tibiamente dio cuenta de su deceso a través del diario digital Gaceta Marinera, mientras que el Ministerio de Defensa no consignó inicialmente la información.

 

BAHIA BLANCA (Texto cortesía diario La Nueva Provincia)El contraalmirante IM (Veterano Guerra de Malvinas, RE) Carlos Hugo Robacio falleció en la noche del domingo pasado, en el Hospital Español de nuestra ciudad. Tenía 76 años.

     Con el grado de capitán de fragata comandó a 800 soldados del BIM 5 y a 200 del Ejército Argentino durante los combates desarrollados en el Monte Tumbledown, Sapper Hill y Monte William. Allí se enfrentaron con los paracaidistas ingleses y con los gurkas. Estos patriotas combatieron hasta agotar la munición, pese a haber llegado la orden de rendición.

 

     Con la muerte de Carlos Robacio desaparece otro de los grandes jefes que tuvo la Argentina en el campo de batalla y del honor, en la Guerra de Malvinas.

     En junio del año pasado, en una entrevista, Robacio, expresó que las Malvinas "seguían calando cada vez más en el corazón".

     "Todo veterano tiene una obligación: mantener encendida la vela, porque si nosotros no lo hacemos, los políticos nuestros ignoran el problema, y tiene solución".

     Según decía, "héroes son los que quedaron allá. Nosotros regresamos, somos felices, pero volvimos por ellos. A nosotros nos mandaron a pelear, a luchar contra un enemigo que sabíamos superior, y el mérito de todos los que estuvieron en Malvinas es exactamente igual".

     Robacio luchó en el momento más crítico y feroz del ataque británico.

     "A pesar de eso --recordaba-- se registró un grado increíblemente ínfimo de bajas: 30 muertos y 105 heridos. Como contrapartida, les provocamos al enemigo el más alto número de muertos: aunque no lo reconocen oficialmente, en la zona donde peleó el BIM 5 los británicos perdieron 359 hombres, ¿de donde saco esa cifra? ellos mismos me la dijeron".

     Pese a la inferioridad numérica que presentaban los argentinos, para los estadounidenses --que condecoraron a Robacio años después-- Inglaterra no hubiera ganado a no ser por el apoyo de ellos. Muchas vidas se perdieron o se sacrificaron... "Los gurkas jamás se habían enfrentado a demonios tirando", reconocería más tarde, el jefe de operaciones de ese país.

     "Yo no soy ni bravo ni valiente ni nada por el estilo. Soy un hombre común. Tengo miedo cuando cruzo la calle. Pero en Malvinas no pude tener miedo. No pude tenerlo porque creo que Dios no me dejó tenerlo, y la preocupación por mis hombres, su entrega, obviamente no me podían permitir el privilegio de tener miedo".

     En algunas de sus últimas declaraciones, Robacio contó que en ese entonces se pensaba que si perdían serían fusilados al regresar a nuestro país.

     "Eso fue un poco lo que pasó con casi todos los veteranos que tuvieron que sufrir el rechazo social en su propio país. Ese es el dolor que dura, la cicatriz que todavía queda en muchos veteranos. Pero nosotros luchamos porque creemos en la Patria, y la Patria existe. Los pueblos que no luchan por sus cosas desaparecen de la faz de la Tierra".

 

 


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