República Argentina: 2:59:04pm

Por Luisa Corradini publicado por www.lanacion.com.ar

Después de que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas llamara a los franceses a prepararse para una posible guerra contra Rusia, Macron propuso cambios en el reclutamiento

PARÍS.- ¿Los franceses serán llamados a morir por Ucrania? ¿Qué forma tomará el servicio militar del que Emmanuel Macron habla desde hace algunos meses? ¿Cómo proteger a Europa de la amenaza rusa? A esos interrogantes intentó responder este martes el presidente francés, en un clima marcado por la agitación provocada por las recientes declaraciones del jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas, el general Fabien Mandon, quien la semana pasada sostuvo en un discurso que Francia debe “aceptar perder a [sus] hijos”.

“Si nuestro país flaquea, porque no está dispuesto a aceptar perder a sus hijos, porque hay que decir las cosas como son, a sufrir económicamente porque las prioridades se centrarán en la producción de defensa, por ejemplo. Si no estamos preparados para eso, entonces estamos en peligro”, afirmó el jefe del Estado Mayor el 18 de noviembre en un discurso que rápidamente encendió la controversia.

Desde Johannesburgo, donde participaba en una reunión del G20, Macron reiteró este martes —una vez más— la posición francesa y europea: “Queremos la paz (en Ucrania). Pero no una capitulación”, dijo, en momentos en que se debate el plan de paz propuesto por el presidente Donald Trump, una iniciativa que el mundo democrático considera humillante e inaceptable.

En resumen, el plan propuesto por Estados Unidos “va en la buena dirección, la paz”, pero “hay elementos que merecen ser discutidos, negociados, mejorados”. Si se firma la paz, Macron contempla el envío de soldados franceses a Ucrania, junto con otras “fuerzas de reaseguro”, constituidas por “soldados británicos, franceses y turcos”. A su juicio, “una de las principales amenazas para [Francia] es Rusia”.

“Desde hace 10 años [Rusia] ha hecho una elección estratégica: la de volver a ser una potencia imperial, es decir, avanzar donde seamos débiles. Pues bien, seguirá avanzando”, afirmó.

Así las cosas, “está muy claro que debemos reforzar el pacto Ejército-Nación”, abogó el jefe de Estado. Por eso, “es muy importante que el máximo de nuestros compatriotas comprenda qué son nuestras fuerzas armadas, cómo funcionan, participen en la reserva que también hemos puesto en marcha y que es muy importante porque aporta competencias a nuestras fuerzas armadas”, dijo el mandatario.

Las reformas en el servicio militar

Macron solo confirmó este martes “la transformación del Servicio Nacional Universal hacia una nueva forma”, que los franceses deberían conocer en detalle el jueves próximo.

El servicio militar obligatorio fue suspendido en Francia por el presidente conservador Jacques Chirac en 1997. Esta vez se trataría de un servicio militar voluntario y asalariado, que tendrá como objetivo acoger durante 10 meses en un primer momento a 10.000 jóvenes, varones y mujeres, y hasta 50.000 para el 2035. El dispositivo tomará en cuenta el fracaso del actual Servicio Nacional Universal (SNU) y reemplazará algunos contratos existentes.

Pero, sobre todo, el desafío es político. El presidente y el general Mandon quieren preparar a los franceses para la hipótesis de una guerra de alta intensidad contra Rusia en tres o cuatro años.

“En el mundo en el que vivimos, hecho de incertidumbres y de un aumento de las tensiones, si realmente queremos estar seguros, hay que disuadir al otro de venir”, declaró Macron el sábado. “Francia debe seguir siendo una nación fuerte con un Ejército fuerte, pero también con una capacidad de reacción colectiva”.

“Lamentablemente, la Rusia actual, según la información a la que tengo acceso, se está preparando para una confrontación con nuestros países en el horizonte de 2030. Se está organizando para ello, se está preparando para ello y está convencida de que su enemigo existencial es la OTAN, son nuestros países”, alertó Madon en el discurso.

“El principal riesgo hoy en día es el riesgo de mostrar debilidad frente a una Rusia que no tiene complejos a la hora de utilizar la fuerza y que aprovechará su ventaja si percibe que seguimos siendo débiles”, siguió.

En un contexto de rearme, el Ejército francés podría verse obligado a comprometerse en el flanco este de Europa. Si bien no se trata de enviar a jóvenes voluntarios a luchar en lugar de los soldados profesionales, el Ejército necesita reforzar su reserva de reclutamiento y fortalecer la resiliencia de la sociedad.

“La cuestión es saber cómo va a percibir la opinión pública este nuevo dispositivo”, se pregunta Bénédicte Chéron, historiadora del Instituto Católico de París. “¿Van a entender los franceses el desafío estratégico o van a percibir este servicio como una idea más en la estela del SNU?”, agrega.

Y aún habrá que ponerse de acuerdo sobre la naturaleza de la amenaza: “Hay una diferencia entre comprometerse por la nación y comprometerse por el flanco este de Europa”, concluye.

El debate suscitado el 18 de noviembre por las declaraciones de Mandon sobre la necesidad de que la nación “acepte perder a sus hijos” es reveladora de una sociedad dividida, aunque las palabras del jefe del Estado Mayor hayan sido malinterpretadas, como consecuencia de intereses políticos tanto de ultraizquierda como de ultraderecha.

Desde Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa), que expresó su “total desacuerdo” con el discurso, hasta el diputado Sébastien Chenu (Reunión Nacional), que denunció “un error”, las palabras del militar alimentaron una intensa polémica.

“En tiempos republicanos, es cierto que muy antiguos, se apodaba a los Ejércitos ‘la Gran Muda’”, escribió en X el exdiplomático Gérard Araud, para quien “este tipo de declaraciones deberían reservarse al poder político”. En este caso, al presidente de la República y a los jefes de las fuerzas armadas.

La vocera del gobierno, Maud Bregeon, ya había precisado la semana pasada que el general Mandon “hablaba de los militares”, pero en ningún caso de civiles. Pero la polémica tomó tal magnitud, que Macron —que había reiterado su apoyo al alto jefe militar— tuvo que salir nuevamente en defensa del general esta mañana.

“Hay que eliminar de inmediato cualquier idea confusa que consista en decir que vamos a enviar a nuestros jóvenes a Ucrania”, insistió el jefe de Estado. “No es en absoluto el sentido de este asunto”, concluyó.

El mismo jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas se había presentado en televisión para intentar limitar los daños la semana pasada.

“Mido cuánto algunos pudieron haberse preocupado”, aseguró Mandon, afirmando que el objetivo de su intervención era “alertar y prepararse” en el momento en que “el contexto se deteriora rápidamente”.

El general recibió el apoyo del eurodiputado socialista Raphaël Glucksmann (Plaza Pública), quien denunció en X “el descontrol de los avestruces” que se niegan a ver los peligros venideros.

Mandon, de 56 años, tiene la particularidad de haber servido como jefe de Estado Mayor particular de Macron, después de haber ocupado la función de jefe del gabinete militar del actual primer ministro, Sébastien Lecornu, cuando este último ejercía como ministro de las fuerzas armadas.

El hombre se hizo notar en el Elíseo por sus enfrentamientos con la célula diplomática del palacio, que le acusaba de invadir su campo de competencias. Aunque es cercano a Macron, el general asegura que no dimitiría en caso de una llegada al poder de la extrema derecha de la Reunión Nacional en 2027.

“Soy un militar al servicio de un presidente elegido democráticamente por los franceses. No tengo criterio político”, repite.

Dinamarca, Finlandia, Noruega, Estonia, Grecia, Chipre, Austria y Suiza, son los países europeos que han mantenido un servicio militar obligatorio, bajo diferentes formas. En Dinamarca, por ejemplo, se prolongó el año pasado, pasando de 4 a 11 meses. También se volvió obligatorio para las mujeres el 1 de julio. Noruega también decidió en 2013 hacer obligatorio el servicio militar de 12 meses tanto para mujeres como para hombres, en nombre de la igualdad de género.

En muchos países, el servicio militar es sin embargo voluntario para las mujeres, como en Finlandia, Estonia, Grecia o Chipre. Otros países europeos habían optado por abandonar esta obligatoriedad para los ciudadanos, pero han retrocedido. Este es especialmente el caso de Suecia, Letonia, Lituania o Croacia.

Muchos países ofrecen a los ciudadanos, hombres o mujeres, la opción de realizar su servicio militar, como Polonia, Rumania, Bulgaria u Holanda. En Alemania, donde la conscripción fue suspendida en 2011, la coalición en el poder ha encontrado un compromiso para establecer un servicio militar voluntario con el fin de fortalecer un Ejército que carece de reclutas. El proyecto de ley debe ser votado en diciembre. El objetivo es reclutar a 20.000 voluntarios en 2026.