La propuesta de un brigadier retirado de la Fuerza Aérea en el sentido de permitir que Gran Bretaña pueda controlar el espacio aéreo del Atlántico sur durante la reunión del G-20 – frente a la carencia argentina de poder cumplir esa tarea por falta de aviones y pilotos entrenados- desató una ola de rechazos en las redes sociales por parte de veteranos pilotos que combatieron en la guerra del Atlántico sur.