“ Este país no tiene memoria”, dicen a menudo los argentinos, y el plebiscito por la reelección del gobernador de San Juan es un ejemplo de ello, al no suscitar los reparos institucionales ni a nivel local ni nacional que frustraron un intento similar en Misiones hace cinco años.
BUENOS AIRES (Texto cortesía de Michael Soltys, editor jefe del diario Buenos Aires Herald) Una mayoría de dos tercios - o más bien dos tercios de los dos tercios que votaron, es decir, alrededor de un 44 % del electorado - legitimó dócilmente un tercer mandato para el gobernador José Luis Gioja, convirtiendo así a San Juan en una de las pocas provincias argentinas que permiten tres mandatos consecutivos : Salta más Santa Cruz, Formosa y Catamarca, al descartar San Luis y La Rioja esta modalidad en los últimos años.
Dado que San Juan era una de las únicas tres provincias en elegir un partido provincial para su gobierno en la vuelta de la democracia en 1983 ( los Bloquistas y más tarde la Cruzada Renovadora de Alfredo Avelín también reforzarían el localismo ), el orgullo local parece estar ausente si la provincia pudo validar tan mansamente las ambiciones personales de un hombre que básicamente busca otro mandato como premio consuelo por no ser el compañero de fórmula de la presidente Cristina Fernández de Kirchner en octubre, mientras sirve como globo de ensayo de ella para la reelección indefinida a nivel nacional.