A mediados de 1963, el Ejército Guerrillero del Pueblo, al mando del “Comandante Segundo” Jorge Masetti, se instaló en la zona de Orán, Salta. A mitad del año siguiente, habían fracasado. Los cuerpos de Masetti y de otro guerriller jamás fueron hallados. El comandante de Gendarmería Ángel Ricardo Cerúsico, a sus 80 años, recuerda cómo terminaron con aquella incipiente amenaza. Un relato donde las armas no fueron las principales protagonistas, sino el hambre.