por Rosendo Fraga (*)
La Argentina es un ejemplo acabado sobre la imposibilidad de definir conflictos y amenazas a 10 años. Imaginar en 1972 que el país iba a tener una guerra con Gran Bretaña, el segundo país de la OTAN según su capacidad militar, por las Islas Malvinas, no era previsible ni parecía posible, pero así fue. Las Fuerzas Armadas argentinas tienen hipótesis de conflicto interna, con Brasil y con Chile, pero no con el Reino Unido en términos militares. En ningún momento desde que Gran Bretaña usurpó las Islas Malvinas en 1833, la vía militar para recuperar las islas nunca estuvo planteada. En 1974 hubo un plan para hacerlo, presentado por la Armada, pero el entonces presidente Juan Domingo Perón lo desechó por considerarlo impracticable e imprudente.