No hay lugar para distorsiones ni falsedades; los gobiernos deberían abrevar en la honradez, el vigoroso entusiasmo y la infatigable actitud de servicio del Libertador.
No hay lugar para distorsiones ni falsedades; los gobiernos deberían abrevar en la honradez, el vigoroso entusiasmo y la infatigable actitud de servicio del Libertador.
Dentro de lo dramático de los prolegómenos de la integración del nuevo gobierno, es comprensible lo difícil de establecer responsabilidades y diagramar políticas de inmediato cumplimiento. La inflación, las finanzas, la inseguridad, la situación social parecieran abarcar todo el espacio, que no cabe duda que es muy difícil de resolver.