Conocido es el empeño kirchnerista en reescribir la historia para adueñarse de las mitologías de la política. Esa corriente, hoy mayoritaria en el peronismo, y además en ejercicio del poder político del país, apostó desde sus comienzos en 2003 a rastrear equívocos orígenes en el “setentismo revolucionario”, identidad que Kirchner y Cristina habían anestesiado durante los años trágicos de la dictadura.