La invasión rusa a Ucrania en 2022 fue la continuación de la tradicional e histórica política expansionista “imperial soviética” que en este siglo se reinicia con la invasión a Georgia en el 2008, y en 2014 con la invasión y apropiación de Crimea; lo que ha provocado hoy una guerra de consecuencias todavía no definidas y con intervención de distintos actores en favor de uno u otro contendiente y el rechazo general de la gran mayoría de las naciones.