Pero terminó dando la nota. Una celosísima masa de uniformados y guardaespaldas lo encerraron apenas terminó el acto y se movieron con él monumento abajo, evitando que se acercaran los periodistas. Incluso, varios de ellos se abalanzaron contra un reportero que intentaba hacerle una nota. 
 
La de ayer fue la primera vez que el acto nacional que conmemora la muerte del General San Martín se traslada a Mendoza. Este hecho fue el más aplaudido y destacado por todos los funcionarios locales en sus alocuciones.
 
Por tal situación, el ministro de Defensa de la Nación, Agustín Rossi, justificó que es "absolutamente natural que estén presentes los jefes de cada una de las fuerzas" y, entre ellos, Milani. Lo que incomodó a más de uno y sobre lo cual nadie quiso responder es lo que subyace a esa visita.
 
Incómodos
 
Después del golpe recibido en las urnas el domingo pasado, lo que menos querían los justicialistas locales es que la asistencia del jefe interino del Ejército terminara por generar movilizaciones de protesta que empañaran esta oportunidad de lucirse con un acto nacional
 
Durante la semana, surgieron comunicados en repudio de distintos referentes partidarios y de asociaciones que vienen luchando por enjuiciar a los culpables del terrorismo de Estado, como el colectivo Hijos.
 
Sin embargo, salvo alguna bandera que rezaba 'Nunca Más' y la entrega de panfletos en silencio, no hubo mayores muestras de disconformidad entre los cerca de diez mil mendocinos que se dieron cita ayer en El Manzano
 
El gobernador, Francisco Pérez, evadió el tema diciendo que no iba a hablar de "coyuntura en el marco de una celebración tan importante para Mendoza". El intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, prefirió dejar las cosas "en manos de la Justicia" y explicó que negaban la visita porque no habían "recibido la confirmación oficial".
 
El único que pareció darle un guiño de gracia al cuestionado general -que sostiene la Presidenta pese a las numerosas opiniones adversas- fue el propio Rossi. En su discurso, en el que buscó enumerar lo que pensaría San Martín cuando descansaba debajo del manzano, el ministro hizo referencia a que el Libertador también sufrió ataques y difamaciones
 
"Como sucede hoy, los grandes siempre fueron vilipendiados, para lo cual siempre se contó como herramientas de esa descalificación con los medios de comunicación", dijo Rossi, en un párrafo que pudo servir de defensa tanto de Cristina de Kirchner como de Milani. También destacó que San Martín hubiese aplaudido las políticas nacionales actuales
 
Los legisladores nacionales Guillermo Carmona y Anabel Fernández Sagasti dijeron presente, pero con perfil bajo. Tanto que las encargadas de protocolo olvidaron mencionarlos, hasta que Patricia Fadel -directora del Banco Nación- se los obligó a fuerza de gesticulaciones. También estuvo presente buena parte del gabinete de Pérez.
 
En todo momento, Rossi mostró gestos de camaradería con Pérez y con Patricia Fadel, directora del Banco Nación. Se supo que antes del acto, compartieron un distendido almuerzo en el hotel Fuente Mayor, del que participaron autoridades militares, pero Milani llegó al final. Tampoco él compartió helicóptero con las autoridades.