Lo que más se teme es que, una vez más, los retirados terminen siendo los convidados de piedra tal cual ocurrió el año pasado. La gran duda es precisamente cómo se aplicarán los calculos y modificaciones anticipados por la Jefa del Estado, para lo cual, necesariamente deberá contarse con los decretos respectivos, los cuales, hasta el viernes, no habían tenido cabida en el Boletín Oficial.