Incluso, el Pentágono retiró, los sistemas Patriot instalados en sus bases militares en esta nación.

Según los analistas, existen factores que califican como  irritantes: el apoyo de los EE.UU. a las milicias kurdas (Norte de Siria), consideradas terroristas por Ankara y las tensiones crecientes con Grecia y Chipre en el Mediterráneo Oriental. Además, Joe Biden, conversó con su par turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre Irán, Siria y Nagorno Karabaj.

Armenia, presentó en mayo una demanda contra Turquía, en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), acusándolo de haber presuntamente reclutado y enviado  mercenarios sirios a Azerbaiyán para participar en la guerra de Nagorno Karabaj en 2020.

El trasfondo de las fricciones de Turquía con Occidente, radican en que este, pugna por recuperar la hegemonía sobre el mundo árabe suní, en confrontación con Egipto y Arabia Saudita. Además, el apoyo, junto con Catar (Qatar según nomenclatura de la ONU), al islamismo político o apoyo a la causa Palestina (después de años de relación privilegiada con Israel).

Erdogan,  intentó, concentrar poder y mantener un vínculo con Washington, rechazando las políticas de Netanyahu en Palestina o a  anti-Hermanos Musulmanes formada por Arabia Saudita y Emiratos Árabes. 

Ankara no se mueve con los dos pilares de su estabilidad: el acuerdo aduanero con la Unión Europea y la pertenencia a la OTAN. Por el contrario, Ankara quiere ser útil a Washington, también frente a China, Irán o Rusia. 

La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) es la organización de seguridad regional más grande del mundo, que trabaja por la estabilidad de la paz, por la democracia y por el dialogo político y que la integran 57 Estados de América del Norte, Europa y Asia.

Dentro de  la OSCE, está conformado el Grupo de Minsk, donde los EE.UU desempeñan el rol de copresidente. Los analistas internacionales critican a este Grupo, por la poca actividad diplomática que desarrolla, calificándola como insuficiente, para la solución del problema de Nagorny Karabakh  o (Nagorno Karabakh). Sostienen que evitan incluir en la agenda de negociaciones, el despliegue una misión de mantenimiento de paz en esa región. Para estos, Washington ignora los crímenes de guerra de Ankara y Bakú en Nagorny Karabakh

Críticas a Biden por el limitado reconocimiento del genocidio armenio

Biden,  el 24 de abril último, mediante una declaración, reconoció el genocidio armenio (ocurrido entre 1915-1923). Para los expertos, la palabra “Turquía” no aparece en ninguna parte del documento, solo menciona las autoridades otomanas de esa época. Agregan, que el reconocimiento ni siquiera es nuevo, ya que las Cámaras de los Estados Unidos habían aprobado varias resoluciones sobre el genocidio. En tanto, el Congreso lo hizo en 2019. 

En síntesis 

Para continuar manteniendo el liderazgo internacional,  Norteamérica provoca desacuerdos entre Turquía y la Unión Europea, e incluso apoya, de manera oculta, el deseo de R. T. Erdogan de expandir la esfera de influencia turca dentro de las fronteras del antiguo Imperio Otomano.

Washington, aparte de apoyar de manera implícita al deseo de R. T. Erdogan de expandir la influencia turca, demuestra una actividad diplomática que resulta insuficiente para la solución del problema de Nagorny Karabakh. 

El país del Norte ignora los crímenes de guerra de Ankara y Bakú en Nagorny Karabakh. A pesar de ocupar el cargo de copresidente del Grupo OSCE de Minsk, desarrolla una actividad diplomática limitada, evitando incluir en la agenda de negociaciones, la necesidad de desplegar una misión de mantenimiento de paz en la región, concluye sosteniendo el informe de los analistas internacionales.