En esa encuesta, Arce obtuvo una intención de votos del 40,3%, contra 26,2% de su contrincante, el expresidente  (2003-2005) de orientación neoliberal Carlos Mesa, según una proyección presentada por el consorcio Tu Voto Cuenta, responsable del sondeo.

Los datos repetían la proyección  de dos primeros candidatos de las elecciones anuladas de 2019, cuando el aspirante masista era el entonces presidente Evo Morales (2006-2019), con Mesa como rival principal. En tercer  lugar ocupaba el ex líder cívico Luis Camacho, con 14,4%; en tanto la presidenta transitoria Jeanine Áñez quedaba relegada a un cuarto lugar, con 10,6%, y los otros cuatro candidatos lograban respaldos menores al 5%.

La encuesta de opinión fue realizada por Tu Voto Cuenta, grupo liderado por la Fundación Jubileo y en el que participan varias universidades públicas y privadas,  medios y entidades de la Iglesia Católica.

La ley boliviana dispone que para ser electo presidente de la Republica, debe obtener la mitad más uno de los votos válidos o al menos el 40% de esos sufragios, con una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre el segundo.

En 2019, Morales obtuvo una diferencia de diez puntos sobre Mesa, pero este candidato desconoció el resultado, denunciando un "fraude gigantesco" y llamando a protestas ciudadanas que terminaron con el derrocamiento del líder indígena y la autoproclamación de la presidenta Áñez.

Arce, ganaría en seis de los nueve departamentos, lo que daría al MAS la mayoría en las dos Cámaras del Parlamento, en tanto que Mesa, Camacho y Áñez triunfarían cada uno en un departamento, según las proyecciones de Tu Voto Cuenta.

Todas las encuestas previas de intención de voto, con muestras mucho más pequeñas, anticipaban también victoria del MAS, con probabilidad de evitar una segunda ronda de votación.

Medio de prensa ingles publico que se preparan atentados para atribuirlos al MAS

Según publico La Razón (https://www.la-razon.com ) con la firma de Paulo Cuiza, el diario inglés The Morning Star, en su edición del viernes 2 de octubre, difundio una nota que la “extrema derecha” en Bolivia prepara atentados terroristas para atribuirlos al Movimiento Al Socialismo (MAS) e impedir su victoria electoral. El diario cita, sin dar detalles, informes recibidos desde Bolivia.

Según el medio inglés, los “grupos violentos están ligados a oficiales del Ejército en retiro y actividad y proyectan atentados de ‘banda falsa’ para atribuirlos al MAS y usarlos como pretexto para anular los comicios del 18 de octubre”.

Citando documentos recibidos desde Bolivia, The Morning Star menciona que entre los blancos de los atentados estarían los hoteles que alojarían a los observadores internacionales de las elecciones generales.

“Los conjurados llevan un mes reuniendo información sobre los accesos que usarían para colocar explosivos en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz, y dejar falsas evidencias de que los autores fueron militantes del MAS”, publicó el diario sin citar fuentes.

El objetivo es desatar una violencia terrorista, “crear una demanda masiva para la suspensión o anulación de las elecciones con el fin de lograr otra postergación de los comicios, aplazados ya dos veces”, relata el medio.

En septiembre pasado, el candidato a la presidencia por el MAS, el ex ministro de Economía Luis Arce, hizo saber que le preocupa un eventual fraude electoral en contra del MAS y de su candidatura. Además0, el dirigente y candidato a senador del MAS Andrónico Rodríguez y el dirigente minero Orlando Gutiérrez coincidieron en advertir que el pueblo recuperará el poder en las calles, en caso de que se presenten irregularidades en las elecciones.

En tanto, la presidenta de Bolivia, Jeanine Áñez dijo que “si los violentos provocan, como provocaron en noviembre y como provocaron en agosto va a tener su consecuencia, así que mejor respeten la democracia”.

Denuncia de Evo Morales

El expresidente boliviano por medio de un mensaje de twitter, denunció:

“Evo Morales Ayma

@evoespueblo

Denunciamos que el gobierno de facto prepara un Decreto que autoriza disponer de $us 50 millones para compra de armas no letales en momentos en que FF.AA. están semi acuarteladas.

¿Nos preguntamos, con qué provocarán al pueblo para justificar la represión?”

 

Denuncian la posibilidad de  instalación y preparación de un posible escenario con la denuncia de fraude 

Un mensaje que llamó la atención, fue el de Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), que se reunió  en Washington con Arturo Murillo, ministro de Gobierno de Bolivia, quien escribió en su cuenta de Twitter su preocupación por un posible fraude en las elecciones.

Los dos, fueron  hombres claves en los acontecimientos del año anterior. Almagro desempeñó un papel central desde la OEA, al poner en duda los resultados electorales del 20 de octubre de 2019, como en acelerar la caída de Morales el 10 de noviembre último, presentando el informe de la auditoría de forma adelantada.

Un año después, la OEA regresa a Bolivia encabezada por el mismo jefe de Misión de Observación Electoral de 2019, Manuel González, ex canciller de Costa Rica.

Los analistas internacionales sostienen, que Murillo, ha sido uno de los encargados principales de conducir la política de amenazas y persecuciones desde el Gobierno de facto, designado al frente del ministerio de Gobierno. Su peso específico interno dentro del Gobierno de Añez, fue denunciado por Óscar Ortiz, ministro de Economía y Finanzas Públicas hasta el último  29 de septiembre, cuando afirmo: "La presidenta Añez le ha entregado el futuro del Gobierno y del país al ministro Murillo, que es una persona que no tiene la capacidad, no tiene la serenidad necesaria para poder resolver los problemas como corresponde, que es buscando soluciones en el marco de la Constitución y las leyes".

Los analistas se preguntan: ¿Por qué Murillo y Almagro hablan de fraude cuando controlan el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y de la Misión de la OEA? 

Las declaraciones de Almagro y Murillo, próximos al acto comicial del 18 de octubre, despertaron alertas acerca de la posibilidad de  instalación y preparación de un posible escenario, la denuncia de un fraude el día de las elecciones para no reconocer una posible victoria en primera vuelta de Arce, sostiene  los analistas.

"Ojalá no estén recibiendo instrucciones de que no se lleven adelante las elecciones o finalmente, como ocurrió en Honduras, hacer fraude electoral", denunció Luis Arce, candidato a presidente por el Movimiento al Socialismo (MAS).

Potenciales amenazas

Aún existe la posibilidad que el Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) de Bolivia, suspenda la personería jurídica del MAS, que debería ser después del dia 18, opino Sergio Choque, diputado del MAS y presidente de la Cámara de Diputados.

También, llama la atención que se han producido agresiones contra una caravana de campaña del MAS, en el Departamento de Santa Cruz, región donde tiene mayor cantidad de votantes Fernando Camacho, actual candidato a presidente.

 Camacho y Murillo, fueron señalados porque contarían con  vínculos y o relaciones con organizaciones armadas, paramilitares, como la Unión Juvenil Cruceñista, y la Resistencia Cochala, que fueron desplegadas durante el golpe en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, y en el mes de agosto contra las movilizaciones y bloqueos de los movimientos sociales que exigían que no fueran pospuestas las fechas electorales.

También, el Gobierno de Añez, anticipó  la posibilidad de un escenario de violencia.  Añez, en CNN, afirmó que si Arce, pierde las elecciones "no va a reconocer el resultado y va a querer incendiar el país". Murillo, por su parte, sostuvo, que el MAS tiene "armas de fuego", y que podría haber "sangre el 18 de octubre".

Murillo agregó,  que en su viaje a EE.UU. abordó "temas bastante delicados que tienen que ver con la seguridad del Estado, referidas a las amenazas ante las elecciones", para lo cual "EEUU puede ayudar en varias cosas".

"Ojalá que Murillo no esté recibiendo instrucciones de convulsionar al país", afirmó Arce. ¿Podría el Gobierno de facto desatar episodios de violencia, atribuirlos al MAS y luego utilizarlos como justificación para tomar medidas de excepcionalidad que puedan afectar la contienda electoral? Es la pregunta y amenaza que toma fuerza a medida que se acercan las elecciones.

El objetivo sería impedir un regreso del MAS al Gobierno en Bolivia, algo que está en gran parte atado a la posibilidad de que Arce gane el 18 de octubre con más de 40% y 10 puntos de diferencia sobre el siguiente candidato, con lo que evitaría así una segunda vuelta.

 

Primera y segunda vuelta

Desde el momento que se conoció que Arce era el candidato, fue primero en las encuestas. Dan como fundamento de este resultado, a que los actores de la derecha boliviana,  que fueron parte activa en los sucesos del 2019, se dividieron (Fernando Camacho, Jorge Quiroga, Carlos Mesa y Jeanine Añez).

Estos, actuaron muy cohesionados en octubre y noviembre del año anterior, alrededor del objetivo del derrocamiento de Evo y se volvieron a dividir cuando  el gobierno de Añez se afirmó, y, sobre todo, cuando esta anuncio  su candidatura presidencial, que no formaba parte del acuerdo y provocó los consiguientes roces.  

Por el contrario, el MAS,  logró afirmarse con la dupla Arce y  Choquehuanca, al contar con el apoyo de los movimientos sociales, indígenas, campesinos y la Central Obrera Boliviana (COB). 

Para los analistas, la falta de capacidad de los candidatos de la derecha boliviana, para edificar una plataforma común, motivó  que se produjeran  tres postergaciones electorales (3 de mayo, 2 de agosto y 6 de septiembre)  para llegar finalmente, al 18 de octubre como fecha culminante del proceso eleccionario. 

Añez, anunció el 18 de septiembre, que no se presentaría como candidata para   evitar una mayor dispersión del voto. La decisión de Añez de no presentarse, ocurrió inmediatamente se conoció el resultado de la encuestadora Ciesmori que mostraba una victoria del MAS en primera vuelta. 

Al bajarse Añez de la candidatura, produjo el efecto deseado. El 1 de octubre, se conoció una nueva encuesta de opinión, también realizada por la Encuestadora Ciesmori donde Arce ya no ganaría en primera vuelta, sino que iría a segunda vuelta con el candidato Mesa. Camacho quedaría tercero, y Quiroga,  quinto.

 

Muy diferente fue el resultado de otra encuesta, realizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) del 2 de octubre, que  arrojó vencedor a Arce, con una diferencia pequeña, ganaría en primera vuelta, con 44,4% de votos contra 34,0% de Mesa. En cambio, en caso de darse una segunda vuelta, la encuesta indica que el ganador sería Mesa, por un margen de dos puntos.

La segunda vuelta, está prevista para el 29 de noviembre. Esa posibilidad se jugará, según indican las encuestas, por un margen pequeño de votos. 

 

El poder, la economía y la situación social

Según  los analistas, el Gobierno de Añez perdió el apoyo social cuando fue postergando las fechas electorales en un intento por impedir el regreso del MAS y avanzar con su proyecto económico. El MAS, en cambio, se mantuvo cohesionado, no sin tensiones, y se benefició de los malos resultados del gobierno actual.

En el contexto agravado por la pandemia, creció el índice de pobreza, quedó expuesto el plan de privatizaciones de empresas estatales, el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, y escándalos de supuestos actos de  corrupción, como la compra de respiradores con sobreprecio.

La salida del ex ministro  Ortiz, fue según este denunció, por no haber firmado un decreto que abría la puerta a la privatización de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba.

El próximo gobierno tendrá que solucionar la situación económica, que mide con 55,4%, según una encuesta del CELAG. También la crisis sanitaria, con 20,5%; la corrupción, con 19,8%, y el conflicto político, con 4,6%. 

Para los analistas internacionales el golpe de Estado en Bolivia en 2019, fue un punto de inflexión en un continente marcado por una ofensiva de las derechas articuladas con o desde  la política exterior estadounidense. 

 

La Presidenta boliviana dijo que no permitirá retorno del MAS al gobierno 

 

La presidente de Bolivia, Jeanine Áñez, que renunció hace muy poco, a ser candidata presidencial, afirmó  que no permitirá el retorno del populismo, en clara advertencia al Movimiento Al Socialismo (MAS).

Fue más clara, cuando sostuvo "Que tomen nota en el mundo, el pueblo boliviano no va a regresar al populismo autoritario, así no les guste a los gobiernos populistas de la región y de cualquier rincón del planeta", en directa alusión a los comicios  del 18 de octubre.

Añez reiteró su tesis de que Latinoamérica enfrenta una coyuntura entre el populismo autoritario y la democracia en libertad.

También afirmó  la presidente provisional , "el pueblo boliviano ha ingresado a una etapa de su historia que no tiene retorno, la etapa de democracia, y este Gobierno va a trabajar con todo su esfuerzo para que Bolivia permanezca y profundice ese camino de la democracia y la libertad".

Añez, tras renunciar a su candidatura presidencial, llamó a los otros seis candidatos, para que se unan y  traten de lograr que gane el poder el MAS.

 

 

Hay tensión en la campaña electoral y denuncias cruzadas de posible fraude

Próximo a los comicios electorales del 18 de octubre, se aprecia que hay tensión y a la vez un cruce de denuncias de supuestos planes de fraude entre el Movimiento Al Socialismo (MAS) con el Gobierno transitorio de Añez, que crean un clima enrarecido.

El dirigente cocalero y candidato parlamentario del MAS, Andrónico Rodríguez, dijo a la prensa que "El Gobierno de manera anticipada dice que el MAS va a perder y no va a aceptar su derrota y anuncia un plan contra una supuesta violencia, pero eso solo demuestra que ellos sí están planificando un fraude monumental de verdad".

Rodríguez, segundo de Evo Morales, en los sindicatos cocaleros, rechazó la campaña del gobierno, que contiene denuncias de supuestos planes de fraude y violencia del MAS.

Desde la oposición, señalan como el principal denunciante del "fraude del MAS" al ministro de Gobierno, Arturo Murillo, quien visitó  Washington, se reunió con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, y consiguió una declaración de apoyo al proceso electoral "para asegurar la voluntad del pueblo" ante el supuesto riesgo.

Murillo, a través de las redes sociales dijo, que denunció ante Almagro que el MAS no solo intentaría hacer fraude electoral sino que podría declararse víctima de un escamoteo de votos, y que incluso estaría preparando ya grupos armados irregulares.

Además, Murillo afirmó que se reuniría con el FMI y que recibió compromisos de ayuda de Washington para enfrentar una eventual desestabilización democrática.

En un acto de campaña en Oruro (en la zona Oeste de Bolivia), el candidato parlamentario del MAS, advirtió a los partidos de derecha que "ni se les ocurra hacer alguna irregularidad, fraude o provocar convulsión" porque en ese caso "el pueblo boliviano en las calles recuperará el poder".

Según difundió  la radio Fides, el viceministro del Interior, Javier Issa (segundo de Murillo en esa cartera), anunció que  40.000 uniformados (policías y militares), habían sido declarados en alerta "ante las amenazas del MAS (…), un partido de gente violenta".

"Es un plan que ya se trazó desde hace casi un mes, es un operativo conjunto que se va a llevar a cabo que establece que la Policía va a activarse en caso de que surja cualquier conflicto o contingencia durante el período pre y post elecciones", dijo el  viceministro Issa.

Próximo a los comicios del 18 de octubre, se aprecia en Bolivia, un clima enrarecido y plagado de denuncias cruzadas, entre el gobierno y el MAS.

 

Congresistas del Partido Demócrata de los EEUU piden a la OEA investigue el proceso electoral en Bolivia en 2019

El pedido fue hecho mediante una carta, fechada el 22 de septiembre, firmada por congresistas del partido Demócrata y dirigida al secretario de Estado americano, Unidos, Mike Pompeo,  instándolo a buscar mediante “recursos diplomáticos” la revisión de las declaraciones e informes de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre los comicios de octubre de 2019 en Bolivia, y que se tomen “medidas correctivas” para que las futuras misiones electorales de esta entidad cumplan funciones de manera independiente e imparcial.

Los congresistas dicen que “Estamos profundamente preocupados por la falta de rendición de cuentas y transparencia con respecto al papel de la OEA en las elecciones y la crisis política del año pasado en Bolivia. Como señaló recientemente el New York Times, las denuncias de fraude electoral de la OEA tras las elecciones de octubre de 2019 en Bolivia fueron ‘aprovechadas’ por los opositores políticos del presidente Evo Morales ‘para intensificar las protestas, obtener apoyo internacional y expulsar al señor Morales del poder con apoyo militar semanas después’”.

Los comicios del 20 de octubre del año pasado derivaron en conflictos y violencia por las denuncias de fraude tras la victoria de Morales, del Movimiento Al Socialismo (MAS), sin necesidad de un balotaje por la diferencia de más de 10 puntos porcentuales con su inmediato contrincante, Carlos Mesa, de Comunidad Ciudadana (CC), candidato que enarboló la tesis sobre las supuestas irregularidades en el trabajo del Tribunal Supremo Electoral (TSE).

Ello provocó la expansión de las protestas cívicas, que luego fueron alimentadas por un motín policial, la presión de las Fuerzas Armadas para la dimisión de Morales y el informe preliminar de la misión de la OEA que apoyó el discurso del fraude. Todo ello desembocó en la renuncia de Morales, el 10 de noviembre, y dos días después, en la polémica posesión de la entonces senadora opositora Jeanine Áñez, con aval del Tribunal Constitucional Plurinacional.

En la carta, los congresistas demócratas, instan a la administración (de Estados Unidos) a utilizar su voz en la Organización de Estados Americanos, para abogar por una evaluación exhaustiva e independiente de las declaraciones e informes de la OEA sobre los comicios de 2019 en Bolivia.

Mencionan, un estudio del diario The New York Times, de junio, que siembra dudas sobre la auditoría realizada por la OEA al proceso electoral boliviano, en coincidencia con otros análisis independientes de entidades internacionales que indican que la observación de la OEA sobre un “cambio inexplicable” en la tendencia del conteo tras los comicios de octubre, “se basan en un análisis estadístico aparentemente defectuoso”.

También que el  secretario general de la OEA, Luis Almagro, se ha involucrado en ataques ad hominem contra sus autores, así como en un ataque a los informes del New York Times, sugiriendo que es un proveedor de noticias falsas. 

La carta lleva la firma de los congresistas demócratas Bernard Sanders, Jan Schakowsky, Henry C. Johnson y Deb Haaland, y la adscripción de otras dos docenas de congresistas demócratas.

En síntesis

 

Para los analistas , el tablero político en Bolivia presenta varias aristas que  hay que tener en cuenta. La alta intención de voto que logró hasta este momento, el candidato presidencial del MAS (Movimiento al Socialismo) Luis Arce, concentró  la inmediata atención de Washington.

Los EE.UU. intensificaron las acciones de los servicios especiales para desacreditar al Movimiento al Socialismo (MAS), con el objeto de atraer al poder a fuerzas políticas pro estadounidenses como Carlos Mesa. Esto permitirá a Washington obtener el control total sobre los procesos políticos internos en ese país. Al mismo tiempo, todos los intentos bolivianos por complacer a los líderes de EE.UU. y las organizaciones internacionales controladas por la Casa Blanca, tendrán un impacto negativo en primer lugar con referencia a las condiciones socioeconómicas de la población, concluye el estudio hecho por analistas internacionales.