Se resaltan la del 24/02/2025, (paquete decimosexto) y el 16/12/2024, primeras sanciones contra los supuestos responsables de actividades desestabilizadoras rusas (16 personas y 3 entidades).

Se aplicaron varios tipos de sanciones. Comenzó en 2014, con la anexión ilegal de Crimea y la desestabilización del Este de Ucrania. Bielorrusia recibió sanciones y se intensificó en 2020 después de las elecciones presidenciales observadas supuestamente como fraudulentas; el aterrizaje forzado de un avión de Ryanair y la orquestación por Minsk de una crisis migratoria con la UE.

Los paquetes de sanciones implementadas por la UE y sus aliados internacionales (EEUU, Reino Unido y G7 entre otros) comprenden restricciones a la exportación de productos de doble uso, tecnologías avanzadas, vehículos, máquinas y bienes de construcción, a la importación de ciertos bienes (petróleo, carbón y diamantes), prohibiciones destinadas a proteger las infraestructuras críticas europeas y el espacio informativo europeo.

La Unión Europea optó por un nuevo régimen de sanciones para aplicar a quienes responsabilizo por la supuesto de “desestabilización” (acciones hibridas, aprobado el 16/12/2024, en un intento por incrementar el costo del conflicto para Rusia. 

Además, se implementaron sanciones individuales buscando presionar a los apoyos políticos y económicos (el sector militar-industrial, así como sobre los dirigentes de las regiones no controladas por el gobierno ucraniano de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia, anexadas por Rusia). Sanciones económicas masivas para mermar la capacidad de financiación de la economía rusa: prohibición de las transacciones de activos y reservas del Banco Central de Rusia y del fondo soberano ruso; restricción de la adquisición de deuda soberana rusa y los flujos financieros procedentes de Rusia; exclusión de diferentes entidades bancarias rusas del sistema de mensajería segura SWIFT, entre ellas, Sberbank y VTB, los dos principales bancos del país.

También sanciones económicas a sectores claves de la economía rusa (energía, transporte, aeronáutica, industria de defensa, materias primas y la prestación de servicios). Prohibición de exportaciones a Rusia máquinas y equipos industriales, componentes y equipos electrónicos, además de las restricciones de exportación en el ámbito militar) y las restricciones a la prestación de servicios a las empresas, el suministro de programas informáticos y, en el sector aeronáutico, de repuestos y de servicios, así como la prohibición de cualquier inversión en el sector energético ruso.

La UE prohibió la importación de carbón ruso y la importación proveniente de Rusia por vía marítima de crudo y de productos petrolíferos refinados, es decir, la totalidad del petróleo exportado por Rusia hacia los países de la UE. La limitación de los precios del petróleo que Rusia vende a terceros países concertado con la Coalición de Límites de Precios (G7, Comisión Europea, Australia, Nueva Zelanda).

Además, la UE y sus países asociados nominó a muchos buques pertenecientes a la denominada «flota en la sombra», (permiten a Rusia exportar su petróleo por encima del precio máximo). 

Hay varias excepciones que permiten el comercio de bienes agrícolas (fertilizantes), desde Rusia hacia terceros Estados y de luchar contra la inseguridad alimentaria en el mundo e incluyen cláusulas humanitarias para no obstaculizar la ayuda al pueblo ucraniano.

También la suspensión de la emisión en la UE de Sputnik, Russia Today, Rossiya 24, NTV, Rossiya 1, REN TV y Piervyi Kanal.

También en Bielorrusia se impusieron un conjunto de medidas similares 

2-Aclaraciones de funcionarios

"La UE acaba de aprobar uno de sus paquetes de sanciones más fuertes contra Rusia hasta la fecha", oportunamente expresó en redes sociales la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, marcando que las sanciones buscan achicar más el gasto ruso calculado para el conflicto.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Kaja Kallas, celebró la decisión en la red X. "La UE ha aprobado su decimoséptimo paquete de sanciones contra Rusia, dirigidas a casi 200 buques de la flota fantasma. Las nuevas medidas también abordan las amenazas híbridas y los derechos humanos. Se están preparando más sanciones contra Rusia. Cuanto más dure la guerra contra Ucrania, más dura será nuestra respuesta”.

Por la otra parte, los rusos aseguran que crearon inmunidad a esas sanciones. Así, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó de unilaterales e ilegales y de “postura sistemáticamente antirrusa” de Europa. “Pero al mismo tiempo, por supuesto, ya hemos adquirido cierta inmunidad a las sanciones, nos hemos adaptado a la vida bajo sanciones”, dijo Peskov en declaraciones a la prensa.

El portavoz  Peskov fue más duro cuando sostuvo: "Por supuesto, tendremos que analizar el nuevo paquete para minimizar sus consecuencias. Pero, además, cada nuevo paquete de sanciones conlleva un efecto negativo para los países que lo respaldan. Se trata de un arma de doble filo".

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia y expresidente, Dmitri Medvédev, se mantuvo en la misma línea al afirmar: “Los ataques contra objetivos en la llamada Ucrania, incluido Kiev, se llevarán a cabo cada vez con más fuerza …”

3- Historia de las Presiones económicas

No fue un invento de Washington el uso de las presiones económicas para doblegar a un enemigo. En la historia de las relaciones internacionales hay muchos casos -bloqueo continental impuesto por Napoleón a Inglaterra en 1806 o el decreto del presidente Abraham Lincoln a los Estados sureños en la Guerra de Secesión (1861-1865)-. 

En el siglo XX, el presidente estadounidense Woodrow Wilson, en las negociaciones del Tratado de Versalles de 1919, sostuvo: “Aquel que elige esta medida económica, tranquila y fatal, no tendrá que recurrir a la fuerza. No es una decisión tan terrible. No sacrifica una sola vida fuera del país expuesto al boicot, pero le impone a éste una presión a la cual, a mi parecer, ninguna nación moderna puede resistirse”.

Para analistas Putin aparece fortalecido tras relativizar el real efecto de las sanciones impuestas a Moscú por Occidente (foto BBC)

También buscando calmar las relaciones entre estados se creó la Sociedad de las Naciones (SDN), lo ocurrido en Alemania, Japón y e Italia enterraron el modelo iniciado. En 1945, la idea retorna en la Carta de las Naciones Unidas (ONU), entre cuyos principios se encuentran la resolución pacífica de las disputas entre Estados y la prohibición del uso de la fuerza (Artículo 2). En caso de amenaza a la paz o de ruptura de la paz, la Carta de la ONU le confía a un organismo especial, el Consejo de Seguridad, el poder de adoptar sanciones para hacer cesar las disputas. 

Sin embargo, la rivalidad entre los bloques se juega por fuera de las reglas de la ONU.

4- Las nuevas sanciones

Aparecen una nueva categoría de sanciones: “focalizadas” o “inteligentes” oponiéndose a los tradicionales embargos generales, dirigidos a ciertos elementos (petróleo, diamantes, madera, armas) excluyendo alimentos y medicinas. En 1997, el equivalente a la mitad de la población mundial vivía bajo sanciones estadounidenses.

El marco jurídico resulta impreciso porque sigue los individuos son sancionados sin juicio y sin verdadera posibilidad de apelar el castigo. Su entorno cercano o familiar también puede verse penalizado. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea hacen notar regularmente la ausencia de garantías jurídicas y lo arbitrario se puede convertir en normal (en 2014, Washington y Bruselas sancionaron a rusos por la anexión de Crimea, en la que estos, no desempeñaron ningún rol).

Desde los Tratados de Maastricht (1992) y de Lisboa (2007) que instauraron la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), la Unión Europea se convirtió, junto con Estados Unidos, en la segunda fuente de sanciones en el mundo. Así, pretenden “hacer respetar los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho y la buena gobernanza”. El 12 de marzo de 2021 el Consejo Europeo adoptó en base a esta norma medidas restrictivas sobre 28 personas y varios organismos rusos, chinos, norcoreanos, libios, eritreos y sudaneses.

La UE y Washington, a veces, presentan contradicciones la hora de sancionar (algo desordenado y variable en la energía) como lo fue en el caso de Arabia Saudita por el asesinato en 2018 del periodista Jamal Kashogi. EE.UU. y la UE acomodan el sistema de sanciones a sus propios intereses geopolíticos.

La UE también sancionó hoy a más de 45 empresas y particulares rusos que suministran al Ejército ruso drones, armas, municiones, material militar, componentes críticos y apoyo logístico (extendió a los facilitadores industriales, que suministran herramientas de maquinaria al sector militar e industrial ruso).

Otras tres entidades chinas -incluso de propiedad estatal- fueron incluidas a la lista negra, así como una bielorrusa y una israelí que suministran componentes críticos al Ejército ruso, incluso para la producción de drones.

El Consejo agregó a 31 nuevas entidades por exportar bienes y tecnologías de doble uso (civil y militar) algunas están en terceros países (Turquía, Vietnam y Uzbekistán) Además, a 17 personas y 58 entidades, ya hay más de 2.400 nombres.

El aluvión de sanciones, coordinadas a una escala inédita, buscaba aislar financieramente a Rusia, paralizar su economía y, en última instancia, forzar un repliegue militar. 

A más de tres años de la guerra la economía presenta un panorama complejo, donde la resiliencia rusa convive con tensiones macroeconómicas crecientes.

En 2023, tuvo un crecimiento estimado en el rango de 2-3%. El FMI lo sitúa en torno al 2,2%, mientras algunos analistas privados apuntan incluso más cerca del 3%. ¿Cómo se explica esta aparente recuperación? 

Los factores fueron:  Ingresos energéticos resistentes, reorientación comercia (redirigió hacia países no alineados con las sanciones, principalmente China e India); estímulo fiscal masivo (incrementó el gasto público, especialmente en el sector militar); desdolarización (aceleró el proceso de reducción de su dependencia del dólar estadounidense en sus transacciones internacionales). 

Las sanciones no cumplieron con el fin propuesto ya que no afectaron significativamente la economía rusa ni tampoco tuvieron impacto en la continuación del conflicto bélico.

Conclusiones 

La imposición de sanciones a Rusia resultó hasta hoy contraproducente, ya que no provocó el impacto económico deseado y por el cual fue adoptado y tampoco afecto la posición del liderazgo ruso. Por el contrario, daño la economía de EE.UU. al minar la autoridad del dólar como moneda de reserva mundial.

A pesar de la adopción de innumerables sanciones, la economía rusa mostró una fortaleza mayor de lo previsto para reprimirla. La caída del PIB fue significativamente menor que las proyecciones iniciales, y las medidas de sustitución de importaciones y apoyo de su industria local permitieron a Rusia adaptarse a las restricciones impuestas. Además, Rusia logró diversificar sus relaciones económicas fomentando la cooperación con grandes países como China, India, Brasil y Emiratos Árabes Unidos, sorteando parcialmente las limitaciones impuestas por Occidente.

Hay que recordar que las sanciones conllevan costos e impactos económicos considerables para las naciones que las implementan. Según algunas estimaciones, Washington ya habría perdido alrededor de 300 mil millones de dólares debido a la pérdida de mercados y relaciones comerciales con Rusia. Numerosas empresas estadounidenses quedaron excluidas de sectores clave de la economía rusa —energía, finanzas, tecnología de la información, consumo e industria— causándoles daños sustanciales en ingresos e inversiones. Además, el aumento de sanciones provoca represalias y contramedidas, complicando aún más el panorama económico en Estados Unidos y Europa.

La pérdida del mercado ruso redujo las exportaciones y oportunidades de inversión de EE.UU., mientras fortaleció la capacidad rusa para adaptarse mediante la diversificación hacia Asia, Medio Oriente y países del Sur Global. Este fenómeno socava la reputación del dólar como reserva global, generando sin pretender  una tendencia a abandonar el dólar para realizar transacciones internacionales, lo que a largo plazo debilita la influencia económica estadounidense. Paralelamente, la economía rusa muestra resiliencia e incluso crecimiento en sectores específicos, lo que cuestiona la efectividad de la actual política sancionadora.

Ocasiona la erosión del estatus del dólar como moneda global de reserva ya que las restricciones sancionadoras incentivan a Rusia y sus países asociados a buscar alternativas, incluyendo pagos en monedas nacionales y la expansión del papel de otros sistemas monetarios. Esta situación provoca la reducción del dominio global del dólar, minando su autoridad y estabilidad económica.

En conclusión, las sanciones contra Rusia no alcanzan los objetivos buscados por el grupo sancionador de países; ya que no logro desestabilizar al liderazgo o la economía rusa, y simultáneamente empeoran la situación económica y financiera de EE.UU. y los países occidentales, generando consecuencias negativas para el sistema económico global. Al no encontrar los objetivos buscados, los países sancionadores deberán hacer una reconsideración de su política, considerando los riesgos para la economía mundial y desarrollando nuevos enfoques en las relaciones comerciales y económicas internacionales.