Todos tienen gravísimas afecciones, cánceres de todo tipo, cardiopatías, incontinencia, demencia senil, bolsas de colostomía. Lo más estremecedor fue el relato de las decenas de muertes de militares, gendarmes y policías ocurridas en prisión relatadas por algunos que además son sobrevivientes de ataques al corazón o ACV salvados de la muerte por sus compañeros de celda. Ancianos que se caen y golpean, con Parkinson, operados y regresados a prisión con 32 kilos de peso. Soportan diez o quince años de prisión preventiva porque las organizaciones y fiscales nucleados en una Procuraduría especial, cuando se termina una causa, inmediatamente les inician otra con nuevas víctimas para que nadie llegue a los beneficios que la ley les da a los condenados. Este sistema de persecución sin fin y exterminio de hombres y mujeres de nuestras Fuerzas Armadas, gendarmes, prefectos y policías privados de sus derechos, se instrumentó con fines ideológicos específicos a partir de la administración de los Kirchner hace veinte años, y desde entonces se hace a la vista de todos. Para vergüenza de la democracia argentina.
Ricardo Saint Jean
DNI 10.924.885