Cita un párrafo escrito por el coronel Larrabure en su cautiverio que dice: ”Mi intención no es el insulto ni formular personalismos. Más bien me impulsa a escribir este cautiverio que me sume en las sombras, pero inundo de luz. Mi palabra es breve, sencilla y humilde; se trata de perdón y que mi invocación alcance con su perdón  a quienes están sumidos en las sombras de ideas exóticas, foráneas, que alientan la destrucción para construir un “mundo feliz” sobre las ruinas…”

El Obispo Castrense, Monseñor Santiago Olivera dice en su carta que al coronel Larrabure le tocó vivir en un marco histórico, donde la democracia se veía atacada por muchos actos de violencia, violencia que padeció en carne propia hasta llevarlo a la muerte y, en ese contexto, el llamo y promovió el perdón y la paz.

El Obispo Olivera también cita, que viajó a Roma, compartió con los militares desplegados en Chipre y mantuvo una audiencia con el Papa el  29 de mayo Día del Ejército Argentino. Finaliza la carta pidiéndole a Dios y a la Virgen en la advocación de las Virgenes de Lujan  y del Valle,  tan querida por el coronel Larrabure  de tenerlo a él pronto en el altar de los santos, para bien de nuestra Patria, para bien de nuestra Iglesia  y para bien de todos.