Para mí, dos cosas quedan claras de esta situación. La primera: la ley de defensa es una herramienta ineficaz para el empleo del instrumento militar de la nación, cosa que los militares sabemos desde el momento de su promulgación, en 1988. La segunda: las personas que están detenidas por haber combatido al terrorismo están injustamente privadas de su libertad.
Me pregunto: ¿qué vamos a hacer los argentinos? ¿Seguir conviviendo con el error otros cuarenta años o vamos a tener el coraje y la madurez para intentar corregirlo?
Cnl. (R) Marcelo Liendo
DNI 12.892.150
Publicado en www.lanacion.com.ar