El diario El Cronista, en un extenso artículo publicado el martes (29 oct 2013) da cuenta de que, tras el revés electoral, el Gobierno sigue complicado para ascender al grado inmediato superior al General César Milani, en el marco de lo que se prevé puede ser un encendido debate en el que deben aprobarse el resto de los postergados ascensos militares. La nota, que lleva la firma de la periodista Noelia Barral Griguera, analiza también otro tema candente que es la reforma al Código Civil y Comercial.
El texto del artículo es el siguiente:
Las sonrisas forzadas por haber logrado mantener el dominio legislativo dejaron paso ayer a las dudas al interior del kirchnerismo parlamentario, que aún shockeado evalúa qué hará con los dos grandes debates que quedaron pendientes: el ascenso del jefe del Ejército, César Milani, que debería debatirse en las próximas semanas en el Senado junto al resto de los pliegos militares; y el nuevo Código Civil y Comercial, cuyo dictamen el Frente para la Victoria (FpV) ya alistó en la Cámara de Diputados, a la espera de la luz verde de la Casa Rosada.
La magra cosecha de votos del kirchnerismo en todo el país dejó al Gobierno con buenas pero cautas perspectivas después del 10 de diciembre en el Congreso. En el Senado tendrá 40 votos entre propios y aliados una vez que se concrete el recambio, con lo que perderá dos bancas. Ese nuevo escenario, sumado al malestar que generó la designación de Milani –denunciado por enriquecimiento y por su actuación durante la última dictadura por diputados de la oposición y organismos de derechos humanos– hace aparecer nubarrones en el horizonte K. 

 

“Si ya no se logró aprobar una vez, no creo que vayamos a tener número”, confesó una fuente de la bancada, aún cuando para la aprobación del pliego solo se necesitan 37 votos afirmativos. “Hubo varios quilombos. No hay manos y no hay margen político”, agregó. Sin embargo, en el Ejecutivo la visión es diferente. “El panorama parlamentario no se modificó, las causas judiciales no han avanzado, ha pasado un tiempo prudencial... Vamos a tratar de que salga el ascenso”, enumeró un funcionario de alto rango.
En el medio de las dos posturas, sin embargo, existe la posibilidad de que el Gobierno decida mantener congelado el ascenso de Milani, quien de todas formas podría continuar al frente del Ejército con grado de general. Y es que, si bien la Cámara alta debe dar su aval para el ascenso (algo que ya hizo cuando el cordobés fue promovido a coronel, luego a general de brigada y por último a general de división, grado que ostenta en la actualidad), la potestad de designar al jefe del Ejército es exclusiva de la Casa Rosada.
Atados a su suerte quedarían el resto de los ascensos militares (entre ellos los del brigadier Mario Callejo, el contraalmirante Gastón Erice y el general Luis Carena), que el Gobierno dejó en stand by cuando no logró avanzar con Milani.
En Diputados el panorama es menos comprometido porque, por un lado, el FpV sumó bancas extra (contará con 132 entre propios y aliados desde diciembre); y por otro, el tema en agenda no generó hasta ahora tanta crispación como el ascenso del jefe del Ejército. Hasta el domingo antes de que se conociera el resultado de la elección, el oficialismo abrazaba la posibilidad de que el nuevo Código Civil sea aprobado allí antes de fin de año, como una forma de mostrar empuje. Desde ayer el tema deberá esperar la venia del Ejecutivo, aunque por las dudas el bloque kirchnerista está preparado para avanzar.
De todas formas, la luz amarilla de alarma en la Cámara baja está encendida, pero por otro tema. Desde las elecciones primarias, los oídos kirchneristas están muy atentos a posibles fugas de algunos aliados no demasiado firmes hacia la oposición. Ayer, uno de los diputados electos ya dio señales de autonomía e hizo virar a anaranjado el color de la alerta. El único legislador nacional que el peronismo logró en La Pampa (las dos bancas restantes se repartieron entre la alianza radical socialista y el PRO) avisó a la agencia DyN que no se sumará al FpV. “Voy a armar un bloque propio, unipersonal y peronista, que represente los intereses de la provincia”, aseguró.