La ya conocida conformación de mandos en el Ejército, llamó el lunes (13 ene 2014) la atención del diario La Nación que desplegó un gran artículo de primera plana dando cuenta de que la fuerza terrestre tiene ahora 55 generales para comandar apenas 17.000 soldados. La información, basada en un trabajo recopilatorio del periodista Enrique De Vedia, generó incisivos comentarios en los programas políticos matinales de las radios metropolitanas.
Este número de generales es el más alto desde el regreso de la democracia en 1983, cuando el cuarto gobierno militar concluyó su gestión con 64 generales pero con 72.400 soldados, cuatro veces más de los que hay ahora.
La Nación comentó también que desde su estratégica función como subjefe del Ejército, en estrecho contacto con la ex ministra de Defensa, Nilda Garre, el general Milani esmeriló cuidadosamente la estructura superior del Ejército, priorizando su identificación con la Casa Rosada por sobre la asepsia profesional. En ese plano logró que todos sus seleccionados recibieran aval incondicional de la mayoría parlamentaria kirchnerista.

 

Aunque el rotativo no lo comenta, una situación aproximada se vive en las otras fuerzas, un tema del que TIEMPO MILITAR se ocupó en profundidad el año pasado. En la Fuerza Aérea faltan aviones y sobran brigadieres y en la Armada, donde los barcos languidecen o se hunden en puerto, hay tantos o más almirantes que a mediados del siglo pasado cuando la marina de guerra argentina era la más poderosa de América latina.