Por Jorge García Mantel*
La reciente muerte del sobresaliente profesional Capitán Britos Venturini mientras piloteaba un antiguo avión de combate A4AR que debería haber
finalizado su vida útil en el año 2018 según las previsiones, vuelve a interpelar a la clase dirigente argentina sobre las consecuencias del
ahogo presupuestario interminable al que vienen sometiendo a lasFuerzas Armadas (FFAA) de su Nación, de nuestra Nación.