Por Rosendo Fraga (*)
La crisis entre Turquía y Francia confirma que la "Guerra Fría soft" entre Estados Unidos y China no impide la existencia de potencias intermedias con influencia regional creciente. El presidente Turco, Recep Erdogan, desde hace un lustro está construyendo un poder regional que abarca el Cercano Oriente, el centro de Asia, el Cáucaso, el Mediterráneo Oriental, el Magreb y relaciones especiales con Rusia e Irán. Turquía tiene 84 millones de habitantes, ello es 17 veces menos que China, 4 veces menos que Estados Unidos y la mitad de Rusia; un PBI de 2.500 millones de USD, que es la tercera parte del francés, pero a quien supera en población.