República Argentina: 3:17:38pm

 

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner destacó la firmeza en la defensa de "la dignidad y la soberanía nacional" que permitió la recuperación de la Fragata Libertad ante el "ataque artero e ilegal" que sufrió. Anticipó que ella asistirá a la recepción de la nave, el próximo 9 de enero, según lo destaca un informe oficial de la Casa de Gobierno.
Consideró que una “lección” que debe obtenerse de ese hecho es quenunca más en toda la historia, que nadie sea arrastrado por los cantos de sirena o por los graznidos de los caranchos, que siempre están al momento de querer obtener beneficios, pero que luego son del ejército de los ‘animémonos y vayan’”, dijo el informe que inmediatamente continúa;.
Frente a la crisis generada por el embargo de la Fragata en Ghana, recordó la Presidenta, “la postura del Estado nacional, no del Gobierno, fue la de defender en forma irrestricta los derechos de la Argentina, la soberanía nacional,  y no arrodillarse ante nadie que quisiera pasar por encima de la Constitución, las leyes, y los tratados internacionales”
“Sabíamos que teníamos la convicción de que, finalmente como sucedió, el derecho internacional, los tratados, los tribunales internacionales y las Naciones Unidas nos iban a dar la razón”, destacó.
Expresó además el “reconocimiento” del Gobierno a “quienes a bordo de la nave sostuvieron su defensa en momentos difíciles, incluso cuando se intentó abordarlos” y “el reconocimiento de todos los argentinos a ellos”.
La Presidenta habló en la ceremonia de egreso conjunto de oficiales de las tres Fuerzas Armadas, que se realizó esta tarde en el Colegio Militar de El Palomar, adonde estuvo acompañada por el ministro de Defensa, Arturo Puricelli; el jefe del Estado Mayor Conjunto, El titular del Estado Mayor Conjunto de las FFAA, brigadier general Jorge Chevalier; Jefes del Ejército, teniente general Luis Pozzi; de la Armada, almirante Daniel Alberto Matin; y de la Fuerza Aérea , brigadier general Normando Costantino.
Cristina Kirchner anunció que el 9 de enero, cuando arribe a Buenos Aires la Fragata Libertad luego de haber permanecido bloqueada en Ghana, se realizará una importante ceremonia con los guardiamarinas formados en su cubierta y en la que ella misma estará presente.
La Presidenta comenzó su discurso destacando la labor de las Fuerzas Armadas no sólo en sus tareas cotidianas sino en actividades especiales como las misiones de paz, las labores solidarias desarrolladas en ocasión de la liberación de cenizas del volcán Puyehue, en el auxilio de las víctimas del huracán que azotó el conurbano bonaerense el 9 de abril pasado o a los afectados por inundaciones en esa y en otras ocasiones.
También subrayó su tarea junto al ministerio de Desarrollo Social en el abordaje de problemáticas de poblaciones carenciadas como villas de emergencia en la Capital Federal, y su participación en el desarrollo industrial desde la perspectiva de la defensa, como la fabricación de radares satelitales, y el reemplzo de aviones de entrenamiento por flotas más modernas.
Afirmó Cristina Kirchner que la formación del soldado debe ser “profunda en la defensa de los intereses de la Nación” no solamente “en un campo de batalla, sino además debe tener una profunda connotación política, no de partidos, sino de política de Estado, para defender la soberanía en todos los frentes”.
Por ello afirmó que “resulta insoslayable en este 17 de diciembre en esta ceremonia de la clase 2012 , abordar un tema que afectó a una de nuestras fuerzas,  la Armada y a 69 de nuestros egresados guardiamarinas y cadetes que, participando del viaje de la Fragata Libertad, fueron sorprendidos, como fue sorprendido el país, una vez más, por el ataque artero e ilegal” que sufrió al ser objeto de una orden de embargo que se cumplió en el puerto de Ghana, a pedido de los denominados “fondos buitres”.
 
Recordó que “a partir de ese 2 de octubre se desataron internamente en el país distintas voces;  yo debo decir como presidenta que no dejaron de sorprenderme determinadas actitudes” como fue que algunos “antepusieran los intereses sectoriales a los intereses del conjunto”.
Consideró que ese embargo fue “claramente un acto ilegal, casi similar a la ocupación de una embajada y sin embargo tuvimos que escuchar voces tales como que había que pagar para poder recuperar la fragata” o que se iba a conformar un “fondo patriótico” para pagar 20 millones de dólares y lograr el desembargo, aunque recordó que no se sabe si ese fondo finalmente se conformó, y de ser así, ese dinero debería destinarse a sectores de la población que tengan necesidades básicas.
Afirmó que ante esa crisis, “la postura del Estado Nacional, no del gobierno, fue la de defender en forma irrestricta los derechos de Argentina, la soberanía nacional, y no arrodillarse ante nadie que quisiera pasar por encima de la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, y sabíamos y teníamos la convicción de que finalmente, como sucedió, el derecho  internacional, los tribunales internacionales y las Naciones Unidas nos iban a dar la razón”.
También recordó que el 15 de diciembre pasado el ministerio de Defensa debió desmentir un artículo periodístico que señalaba que en toda la cadena de mandos, desde el capitán de la fragata hasta la Presidenta, se había informado sobre la posibilidad de que la nave fuera embargada.
Señaló en ese sentido que “todos los que están medianamente informados saben que cuando un buque zarpa del puerto, el jefe total y absoluto de esa nave es su capitán” y que entonces “quienes intentaron agraviar al Gobierno o a alguna autoridad de la Fuerza” en realidad “desconocían que un capitán de una nave jamás entregaría su nave y no pediría ninguna instrucción frente a una situación de esa naturaleza, sino que hubiera puesto todo su conocimiento y su fuerza, como corresponde a un buen soldado de la Nación, para impedir” un daño a su embarcación o su tripulación.
 Por lo tanto, afirmó que “quienes pensaban que injuriaban a un gobierno en realidad estaban injuriando a nuestros oficiales”.
“Creo –continuó- que esta lección que hemos tenido durante el desarrollo de este año  ha planteado claramente algo que atravesó la historia de los argentinos: cómo plantarse, qué decisiones tomar cuando la soberanía y la dignidad de un país están en juego”.
Indicó que a lo largo de la historia del país, hubo siempre “dos corrientes:  una que planteaba que ante la presión de los de afuera había que bajar la cabeza y hacer lo que querían, aún en contra de nuestros intereses y de las leyes y tratados firmados” y otros “como esta presidenta y nuestro gobierno, que consideran que deben seguir defendiendo la dignidad de la nación y sus soberanos intereses” y “denunciar, como se hizo, ante el Tribunal del Mar, la irregularidad y total violación de las normas elementales que rigen el derecho internacional de navegación”.
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Sostuvo la Presidenta que en la ceremonia de hoy fue “muy particular para nuestros guardiamarinas, y culminará el día 9 de enero cuando precisamente arribe nuestra Fragata Libertad, y puedan coronar su egreso formando sobre su cubierta. Ese día –anticipó- estaré alló como presidenta, y seguramente estarán nuestros 69 guardiamarinas que tuvieron que venir de Ghana, con mucho orgullo, porque tuvimos razón y finalmente se hizo lo que se debía hacer”.
Estimó entonces que “es bueno hacer este aprendizaje, que los intereses de la Nación se defienden contra viento y marea, contra las injurias, mentiras y agravios” y subrayó que “es bueno que sepamos que más allá de las diferencias que siempre van a existir, que somos capaces, cuando se producen situaciones de esta naturaleza, que tuvieron su epicentro en Ghana pero también en Nueva York, cuando intentaron a volver a colocar en default a la Argentina, en una auténtica maniobra de pinzas, e intentando una vez más utilizar nuestras fuerzas armadas para intentar agraviar o enfrentar al gobierno” se logró la recuperación de la Fragata.
“Creo –puntualizó- que el gran aprendizaje que podemos hacer en esta ceremonia es saber que siempre tenemos que escuchar y mirar adónde están los intereses del país, independientemente de las voces de uno y otro lado, para identificar claramente y no permitir nunca más en toda la historia que nadie sea arrastrado por los cantos de sirena o por los graznidos de los caranchos, que siempre están al momento de querer obtener beneficios, pero que luego son del ejército de los ‘animémonos y vayan"

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