República Argentina: 4:15:28am

 

El presidente Mujica quiere mantenerlo en el cargo

 

MONTEVIDEO (Texto cortesía diario El País) - El ministro de Defensa del Uruguay, Luis Rosadilla, podría dejar el cargo y asumir la banca del Senado que quedará vacante por la renuncia de Eleuterio Fernández Huidobro, tras la crisis en el partido gobernante por la derogación de la amnnistía a militares.

El presidente Mujica quiere que Rosadilla continúe, pero la decisión será de la CAP-L, el nucleamiento interno al que pertenece el ministro.

Cuando al caer la noche del martes 12 Fernández Huidobro anunció en el Senado que tras votar la anulación de la ley de Caducidad dejaría su banca, se abrió una caja de Pandora en el Frente Amplio. El quiebre interno en la bancada, sumando la actitud del senador Jorge Saravia y una interrogante sobre el futuro de la Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad (CAP-L) en el Frente Amplio, son las primeras consecuencias de la votación del polémico proyecto en el Senado

A partir de que la iniciativa se convierta en ley, lo que ocurrirá el miércoles 4 de mayo en la Cámara de Representantes, podrían surgir otras novedades. Pero lo primero es el posible alejamiento de Rosadilla del Ministerio de Defensa. 

 

Mujica es partidario de que Rosadilla permanezca en el gabinete, pero la decisión final será de la CAP-L, el sector que lidera Fernández Huidobro y que integra el ministro de Defensa, precisaron a El País fuentes del Poder Ejecutivo.

Rosadilla, primero en la línea de sucesión de Fernández Huidobro en la lista al Senado, ha comentado reservadamente que es contrario a quitar a la ley de Caducidad del ordenamiento jurídico nacional.

En la última reunión con los presidentes de los centros sociales militares, Rosadilla les trasmitió que se siente con "desánimo" por inminente anulación de la ley de Caducidad, y les anunció que cuando "esté del otro lado del mostrador" va a dar a conocer su opinión contraria a la anulación, algo que va en consonancia con la posición de Fernández Huidobro.

En estos momentos hay una doble coyuntura favorable para que Rosadilla cambie de puesto. Por un lado discrepa abiertamente con la anulación de la ley de Caducidad y por otro no tiene buena relación con los mandos militares.

Desconfianza. Fuentes castrenses dijeron a El País que la relación de Rosadilla con los militares no es la mejor dado que los oficiales generales guardan "desconfianza" hacia el ministro por algunas cosas a las que se comprometió y que aparentemente no cumplió y, en particular, por la elaboración del Presupuesto para esta administración, en donde los uniformados consideran que han quedado nuevamente postergados en sus aspiraciones salariales y de inversiones.

Anoche, Fernández Huidobro informó al comité ejecutivo de su sector sobre la renuncia y las causas que lo llevaron a tomar la decisión.

El Senador dijo a El País que su alejamiento de la banca fue "a título personal" pero no fue categórico al responder si sus hombres en el gobierno permanecerán en sus cargos.

Además de Rosadilla en Defensa, la CAP-L tiene la presidencia del INAU (Javier Salsamendi), la vicepresidencia del Codicen (Nora Castro), y las direcciones generales de Defensa (Jorge Delgado), y de Educación y Cultura (Pablo Álvarez).

La dirección nacional de la CAP-L se reunirá en los primeros días de mayo, tras la sanción de la ley que anula la Caducidad, para definir la presentación de la renuncia de Fernández Huidobro y, eventualmente, adoptar otras medidas, confió a El País el diputado del sector, Juan Carlos Souza.

En tanto, el presidente Mujica descartó la posibilidad de vetar la futura ley interpretativa de la ley de Caducidad.

"Yo no tengo que estar reiterando. Lo dije cuando asumí el gobierno. Soy enemigo del veto por una cuestión de principios. Siempre lo he dicho", aseguró Mujica.

El presidente se reunirá hoy jueves con el ministro Rosadilla y los comandantes en jefe de las Fuerzas Armadas y el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Esmade), José Bonilla, con el fin de analizar el resultado de la votación del Senado.

Las Fuerzas Armadas tienen gran preocupación por el resultado de la anulación de la ley de Caducidad, lo mismo que el ministro Rosadilla, algo que ya ha sido puesto de manifiesto en una reciente reunión.

El jefe del Ejército, Jorge Rosales, admitió la semana pasada que entre militares retirados existe "un nerviosismo grande" por la posibilidad que se anule los efectos de la ley de Caducidad, puesto que entienden se "cambiaron las reglas de juego".

Rosales manifestó su convicción de que la anulación de la ley de Caducidad "es un tema estrictamente político", pero que tendrá consecuencias que afectarán "al factor militar".

A mediados de Semana Santa o en los días posteriores, Mujica y Rosadilla volverán a reunirse, esta vez sin participación de los militares, para continuar examinando la situación.

14 de abril. A todo esto, las asociaciones de retirados de las Fuerzas Armadas recordarán hoy jueves un nuevo aniversario de los hechos del 14 de abril de 1972, jornada en la cual el MLN-Tupamaros llevó a cabo una serie de acciones coordinadas en las que asesinó al subsecretario del Interior, Armando Acosta y Lara, a un capitán de la Armada y a un subcomisario de la Policía.

Los centros sociales de las Fuerzas Armadas tienen previsto un acto a partir de la hora 11.30 en la sede del Círculo Militar, en el que hará uso de la palabra su presidente, general retirado Ricardo Galarza.

Los retirados de las Fuerzas Armadas plantearon también a Mujica, el miércoles 7, la "gran preocupación" que sienten por la anulación de la ley de Caducidad.

El presidente del Club Naval, Carlos Magliocca, dijo en la ocasión que "le dijimos al presidente que si esto se aprueba sería una conmoción dentro de la sociedad. Es evidente que se van a plantear recursos de inconstitucionalidad y que sería algo totalmente removedor en el seno de nuestra sociedad".

Los oficiales retirados afirmaron que de su conversación con el mandatario sacaron como conclusión que a él también le causa preocupación la decisión que va a tomar el Parlamento.

espada. La renuncia de Fernández Huidobro al Senado fue un duro golpe a la interna del Frente. La senadora Lucía Topolansky (MPP) dijo a El País que "se perdió una de las mejores espadas por ser un polemista temible y nos deja un vacío".

Por otro lado, el senador suplente Óscar López Goldaracena (Movimiento Independiente de Derechos Humanos) dijo a El País que "los argumentos que motivaron la renuncia (de Fernández Huidobro) son equivocados". Sin embargo, indicó: "me parece que hizo bien Fernández Huidobro en dejar la banca, se requiere un recambio generacional".

López Goldaracena participó de la sesión del martes como suplente del comunista Eduardo Lorier, pero su voto está siendo cuestionado.


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