Gil Lavedra sostuvo que "lejos de modernizar o proponer un funcionamiento unificado de las fuerzas de seguridad, la propuesta del Poder Ejecutivo de desplazar a la PFA del centro de la escena, claramente parte de la presunción de que existe connivencia, o incluso participación, en el circuito delictivo que se encuentra instalado en la zona sur de la Ciudad ¿Qué otros argumentos pueden utilizarse para defender la decisión de reemplazar a policías, supuestamente capacitados, por gendarmes y prefectos que se han formado para desempeñar otro tipo de tareas? Hasta el momento, sin embargo, no hemos tenido noticias de cuáles han sido las medidas disciplinarias adoptadas contra los responsables de esta situación, si es que han existido".

"La afirmación de que las 'salideras bancarias' se han reducido en un 80% es otra demostración de la opacidad en el manejo de la información pública que caracteriza a este gobierno, sostuvo Gil Lavedra, y agregó que "hasta el momento, el Ministerio de Seguridad no ha difundido estadísticas sobre criminalidad, y su titular incluso ha debido retractarse tras sostener que 'la criminalidad había descendido'. Por otro lado, la adjudicación de esta situación como un logro propio es casi irónica cuando es de público conocimiento que la normativa actual surgió de Bloques de la oposición que debieron convocar a varias sesiones para impulsar su tratamiento, debido a la resistencia del oficialismo", resaltó.

También dijo que "en su discurso, Fernández de Kirchner remarcó la importancia de la colaboración entre los distintos gobiernos en la lucha contra la inseguridad, pero omitió señalar cuáles han sido los esfuerzos realizados por el gobierno nacional para articular políticas. Un buen ejemplo de la buena predisposición de su gabinete para colaborar, es lo sucedido en el parque Indoamericano donde los tironeos entre ambos gobiernos dejaron como saldo 3 personas muertas".

"Indudablemente, los vecinos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires merecen algo mejor, que un conjunto de fuerzas de seguridad dedicadas en forma exclusiva a perseguir a las formas de delincuencia más burdas, que sin dejar de ser importantes, no pueden ser la preocupación principal de una política de seguridad seria. Y sobre todo, no deben seguir siendo víctimas de la desidia que el Poder Ejecutivo ha demostrado a lo largo de 8 años, ni de sus peleas con el Gobierno de la Ciudad. Está claro que no podemos pretender que las fuerzas de seguridad se ocupen de convertir nuestra sociedad en un lugar más seguro y justo por sí mismas, pero esto no significa que no podamos exigirles que hagan mucho más de lo que hacen hoy".

"Hemos repetido hasta el hartazgo que es tiempo abandonar los anuncios efectistas y reclamado, además, una discusión seria sobre el problema de la inseguridad. Destinar más recursos y contar con más personal es adecuado, sin embargo y esto es evidente incluso para el gobierno, no es suficiente. Estamos convencidos de que es tiempo de iniciar un proceso de renovación de nuestras instituciones para hacerlas más eficientes, más plurales y, sobre todo, más permeables a las necesidades y demandas de la ciudadanía. Gendarmes, policías y prefectos son igualmente corruptibles y falibles, y lo seguirán siendo, si no atacamos las verdaderas redes delictivas. No debemos engañarnos y, más importante, seguir tolerando que nos engañen", concluyó Gil Lavedra. (www.parlamentario.com)