Lejos de entrar en una controversia con las acusaciones del presidente Morales, la Argentina explicó a Bolivia que "no hay ninguna fuerza extranjera trabajando en ese tema y tampoco una base militar en Jujuy", dijo el embajador Álvarez García en alusión a la denuncia de Morales de que la Argentina habría instalado una base militar en Jujuy con apoyo de Estados Unidos, señaló Infobae

"Nuestras Fuerzas Armadas tienen la suficiente calificación y calidad para cumplir su rol. No hace falta ningún protectorado ni nada por el estilo", añadió el embajador argentino, para quien el proyecto de desplegar 500 militares en la frontera norte es un plan "continuador del gobierno anterior, en el 2012, 2013, que se llamaba Escudo Norte y que era muy similar".

Álvarez García sostuvo tambien que "Argentina es un país pacifista que no avanzaría sobre la soberanía de Bolivia", y negó que el gobierno de Macri tenga una actitud de "avasallar", tal como denunció el presidente Morales.

En la misma línea de lo que explicó a Infobae el ministro de Defensa Oscar Aguad, el embajador Álvarez García aclaró que "no hay ni habrá una base militar en La Quiaca, sino solamente es un despliegue de 50 uniformados".

En este sentido, el embajador explicó que "lo que hacen las Fuerzas Armadas es un trabajo muy importante de colaboración con técnicas, drones, radares" para dar apoyo logístico a las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.

A la vez, en la conferencia de prensa ofrecida en La Paz, el agregado militar argentino, coronel Paulo Pardo, acotó que por norma los militares argentinos no pueden participar directamente de la lucha contra el crimen, sino que solamente prestan apoyo logístico, transporte y comunicaciones a las fuerzas de seguridad que sí están llamadas a combatir los delitos transnacionales.

En paralelo a la conferencia de prensa del embajador argentino en La Paz, el vicecanciller, Daniel Raimondi, mantuvo hoy un encuentro con el embajador de Bolivia en nuestro país, Santos Javier Tito Véliz, del que participaron además representantes del Ministerio de Defensa y de la Secretaría de Asuntos Estratégicos. Las conversaciones giraron en torno a las expresiones de preocupación de Bolivia por el "Operativo Integración Norte", cuyo lanzamiento tuvo lugar el 17 de agosto pasado en La Quiaca, Jujuy.

Durante el encuentro, la Cancillería informó el marco normativo argentino y las características del Operativo, que consiste principalmente en "brindar apoyo logístico por parte de las Fuerzas Armadas en el contexto de la lucha contra el narcotráfico y el crimen trasnacional organizado".

Se enfatizó la importancia de continuar aunando esfuerzos en el combate contra estos flagelos que inciden de manera significativa en la región.

Desde la Cancillería destacaron que el canciller boliviano había sido invitado a participar de la ceremonia de lanzamiento de este Operativo la semana pasada cuando estuvo el presidente Mauricio Macri, aunque no pudo hacerlo por motivos de agenda. Pero remarcaron que el funcionario de Morales manifestó su predisposición a participar en futuros eventos en el marco de las actividades que se desarrollan de manera coordinada respecto de estos temas y que son de interés compartido entre ambos países.

Evo Morales había dicho el jueves que Argentina buscaba militarizar toda la frontera norte con una base militar en Jujuy sustentada por Estados Unidos. Esto abrió un nuevo foco de conflicto diplomático al igual que hace tres meses se desató una dura pulseada cuando la administración boliviana se negó a suscribir un acuerdo de reciprocidad en materia sanitaria con la Argentina. Este tema aún está sin resolución alguna.