Dos semanas después se puso en marcha la segunda zona de distención en Guta Oriental gracias a un pacto entre representantes del Ministerio ruso de Defensa y de la oposición moderada siria. A principios de agosto entró en vigencia la tercera aérea, al Norte de la ciudad de Homs. La cuarta zona de distención, que debe establecerse en la provincia de Idlib, aún está en proceso de coordinación.

Moscú, Ankara y Teherán reafirmaron su disposición de luchar contra los terroristas tanto  dentro, como fuera de las zonas de distención en Siria. Los tres países garantes de la tregua siria (Rusia, Turquía e Irán) crean un  Centro Conjunto de Coordinación para acordar las acciones de las fuerzas de control de la distención en esas zonas. Las Fuerzas se desplegarán con carácter temporal en la franja de seguridad de la zona de distención en la Gobernación de Idlib, y en ciertas áreas de las provincias vecinas de Latakia, Hama y Alepo para prevenir enfrentamientos entre los bandos del conflicto. En ningún caso la creación de las zonas mencionadas socava la soberanía, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria.

Un diálogo inclusivo y la creación de zonas de distención en Siria permitirán a la oposición y a las fuerzas gubernamentales pasar de la confrontación a la cooperación en la lucha contra el terrorismo entre las fuerzas gubernamentales y la oposición armada, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia. Al constatar que aumenta la influencia de las fuerzas interesadas en entablar cuanto antes un diálogo inclusivo, el canciller ruso dijo que Moscú por su parte intenta intensificar las conversaciones en Astaná (la capital de Kazajistán), donde  realizan rondas de consultas sobre la normalización en Siria) y apoyar los esfuerzos que desarrolla la ONU. Respecto a las que llegan a la oposición siria, que es considerada “moderada”  por Estados Unidos y que contrarresta al presidente sirio Bashar Asad, así como lucha contra Daesh (autodenominado Estado Islámico en Siria), hay quienes cooperan con los grupos terroristas. Esta cooperación se traduce en que les venden las armas que reciben Washington. Cuando se acerca el fin para  Daesh, estos problemas se hacen vez más graves. Se vuelve muy peligrosa la situación en la que las armas aparecen en las manos de la oposición moderada, que es apta para realizar provocaciones y luchar contra las fuerzas políticas en Siria, quienes luchan por la paz. Washington no controla las armas ni las personas a quienes se les suministra. Hallan armas de fabricación estadounidense en los almacenes de los terroristas en Siria. Esto significa que EE.UU. es incapaz de controlar el destino de sus armas en Siria. Los terroristas que atacaron en septiembre pasado a los policías militares rusos en Siria estaban equipados con armas provenientes de los Estados Unidos. El hecho de que las armas procedentes de los Estados Unidos, cuyo destino inicial era la oposición siria, acaben en manos de los terroristas. Según los datos de la ONU, cerca de 5.000 morteros, más de 50 lanzacohetes múltiples y varias unidades de vehículos blindados fueron suministrados  de Europa del Este a Medio Oriente a través de los EE.UU. , Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Además de eso, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que la Coalición Internacional encabezada por EE.UU. finge estar combatiendo a los yihadistas en Irak, la Coalición redujo drásticamente en septiembre pasado la intensidad de sus ataques en Irak contra las posiciones de Daesh. El número de los bombarderos fue casi cinco veces inferior al de los realizados en Siria. Los yihadistas lo aprovechan para trasladar sus combatientes hacia Deir Ezzor y afianzarse  en la ribera Oriental del Éufrates. La reconquista de Al Raqa, que EE.UU. y sus aliados habían presentado como prioridad número uno en la lucha contra Daesh, lleva varios meses estancada, o peor aún, dado que los yihadistas recuperaron varios barrios que habían abandonado. Puede ser que este cambio de prioridades obedece al deseo de obstruir al máximo la operación que el Ejército de Siria, apoyado por la aviación rusa, lleva a cabo para liberar los territorios al Este del Éufrates, o es una artimaña para liberar Irak de los terroristas de Daesh expulsándolos hacia  Siria donde se exponen a los ataques precisos de los aviones rusos.

En la práctica, las acciones de EE.UU. se derivan en que Daesh obtiene tiempo para un respiro, o permiten que los terroristas maniobren sus fuerzas y recursos en las zonas donde se desarrollan batallas reales por el control sobre las localidades, los territorios, los yacimientos de petróleo y gas. En los últimos meses el Ministerio de Defensa de Rusia apuntó en varias ocasiones que algunas actividades terroristas en Siria están vinculadas con los EE.UU. ¿Cuáles son los verdaderos objetivos de EE.UU. en Siria?